Los hosteleros volvieron a defender ayer su argumento de que La Madrila no es zona saturada. Lo hizo Marcos Tercero, propietario de Latinos, uno de los locales de moda de la plaza de Albatros, para rebatir las últimas declaraciones del presidente de los vecinos, Miguel Salazar, que tachaba de "cuento chino" el posicionamiento legal de un sector de la hostelería cacereña.

Tercero se ratificó en su posicionamiento de que la alcaldía debe renovar cada tres años el decreto por el que se regula la zona saturada y que este procedimiento no se realiza desde el año 2000, lo que invalida, a su juicio, esta declaración. Aunque Salazar indicó que la renovación puede realizarse en 24 horas, el empresario negó tal extremo y dijo que es un trámite que puede alargarse hasta dos años.

Para ello, se amparó en el artículo 35 de la Reglamentación de Ruidos y Vibraciones que marca que el ayuntamiento debe realizar un expediente y remitirlo a la Comisión de Actividades Clasificadas de Extremadura, "que es --insistió-- la que decide. Y la Junta no hace esto de hoy para mañana".