Algo desfasada. Así es como ven los empresarios de la calle Pizarro la normativa establecida por la Ley 2/2003 de Convivencia y Ocio de la Junta de Extremadura que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. En ese sentido, algunos de los hosteleros de la calle mantuvieron ayer una reunión con el ayuntamiento para abordar la situación que vienen sufriendo desde hace tiempo, en relación a las multas impuestas debido a que algunos clientes sacan sus copas fuera de los establecimientos mientras fuman o, simplemente, por gusto.

El artículo 13.1 de la citada ley establece que "la venta o dispensación de bebidas alcohólicas solo podrá realizarse en establecimientos autorizados al efecto, no permitiéndose aquéllas en el exterior del establecimiento ni su consumo fuera del mismo, salvo en terrazas o veladores; conforme a lo regulado por la correspondiente ordenanza municipal". A su vez, el artículo 19 estipula que "serán responsables de las infracciones" tanto las "personas que incumplan las obligaciones" como las "personas jurídicas titulares de la licencia municipal de apertura (...) de la empresa".

Por ello, la intención del colectivo de la zona de Pizarro es reunirse tanto con los vecinos afectados como con la Junta de Extremadura. "La ley del 2003 esta hecha para luchar contra el botellón, que ya no existe. Queremos trasladarle a la Administración regional el problema que hay. Que no es lo mismo un botellón en la vía pública a que un cliente esté tomándose una cerveza en la puerta de un local porque quiere fumarse un cigarro y no puede hacerlo dentro", comentó ayer Agustín Nieto, dueño del bar Bulevar, que argumenta que los problemas con el consumo de alcohol en la calle "comenzaron con la entrada de la normativa que prohíbe fumar en los locales".

Por su parte, tras la reunión con los hosteleros, el ayuntamiento manifestó, a través de una nota de prensa, que se van a estudiar las "distintas opciones" que pudieran existir para afrontar esa presencia de personas en la calle consumiendo bebidas alcohólicas y que, con la llegada del verano, se acrecienta. En ese sentido, ambas partes coincidieron ayer en la necesidad de hacer un llamamiento a la concienciación de las personas para que éstas no consuman bebidas en la vía pública, al no estar permitido, y el consistorio, junto con la policía local, se ha comprometido a colaborar en todo lo que sea posible para hacer compatible el ocio, el descanso y el cumplimiento de las normas.

RUEDA DE PRENSA La intención de los hosteleros es realizar una rueda de prensa "conjunta", entre todas las partes afectadas, para exponer la situación y que la gente respete la normativa actual hasta que ésta no sea revisada, que es lo que persigue el colectivo de empresarios de la vía. "Es un problema que afecta a los usuarios, porque querrán fumar con su copa en la mano; a los vecinos, que sufren los ruidos; a la policía que tiene que atender las llamadas de los vecinos; y a los hosteleros por supuesto", sostuvo Nieto.