"No se hace daño al festival si se permite consumir en plástico con la tranquilidad que hubo en la primera noche del festival", asegura Rafael Arnáiz, responsable del establecimiento Torre de Bujaco, uno de los denunciados por permitir sacar bebidas a la calle. "Sabía que lo iban a hacer", afirma el hostelero, destacando la ausencia de botellones por la"magnífica" labor de la policía local.

Para Emilio Rey, del restaurante El Pato, la medida es "ridícula" porque no hay establecimientos suficientes en la plaza Mayor para acoger a las 5.000 personas que asistieron a los conciertos de la apertura. Rey criticó que la ley "se utilice cuando interesa" y aseguró que no se hace cumplir en otros fines de semana del año o las novatadas, en los que no hay denuncias por beber alcohol.