La recepcionista del hotel Las Marinas responde al teléfono: "No, no tenemos plazas para los próximos fines de semana, estamos completos hasta junio". Otros establecimientos aún disponen de habitaciones libres pero se agotarán con varios días de antelación, tal y como viene ocurriendo durante todo abril en Cáceres. "Es la mejor primavera desde que abrimos el Extremadura Hotel en el año 2000. Tenemos una ocupación altísima por parte de particulares, ni siquiera hablamos de grupos o congresos previamente concertados. La gente está llamando como loca", explica el director, Alejandro Picardo.

Cáceres se llena de turistas y éstos llenan los hoteles, que reciben peticiones de toda España y cada vez más del extranjero. Esther Martín, jefa de ventas del hotel Meliá, consulta su ordenador: "El 2004 fue nuestro mejor ejercicio durante el periodo de primavera, y ya lo hemos superado en un 10%. Respecto al 2005 la ocupación se dispara un 20% más", detalla. "Es un año estupendo, muy bueno, fantástico... Hemos tenido que enviar turistas a Mérida y Trujillo en plena madrugada porque no había habitaciones. La demanda ha llegado a duplicar la oferta de plazas de la ciudad en algunas fechas", subraya Jorge Sánchez, director del hotel Agora.

Otros recintos de cuatro estrellas como Ceres Golf y Barceló V Centenario copan sus plazas cada fin de semana, pese a su elevado número de habitaciones. "Llevamos completos desde febrero", explica la recepcionista de este último. En los días laborables también se ha incrementado considerablemente la ocupación, que oscila entre un 60% y un 80%, el índice más alto de los últimos años. "Hemos seguido al completo a diario después de Semana Santa, y para mayo ya tenemos asegurado casi un 70%. El Womad, por ejemplo, supone un 60%", apunta José Miguel Andrada, jefe de recepción del hotel Iberia.

CACERES DESPIERTA ¿Pero qué ha cambiado en la ciudad para impulsar este auge? Todos los profesionales del sector consultados por este diario coinciden en la respuesta: las actividades paralelas se han incrementado y el turista encuentra más ofertas. "Antes la gente se aburría después de visitar el patrimonio, había meses y meses sin ningún evento, pero ahora existen más alicientes, estamos en el buen camino", subrayan desde el Iberia.

Las procesiones, la feria del libro, Forosur, San Jorge, Womad, Extremúsika, MultiCáceres, festivales musicales y de teatro, exposiciones, mercadillos medievales, el acceso a torres y muralla, nuevos museos... El visitante se marcha satisfecho y fomenta el boca a boca que tanto beneficia a Cáceres, aunque los hosteleros encuentran un defecto: "Estos atractivos están muy próximos en fechas; habría que diversificarlos para repartir y ganar más turismo", afirman en el Meliá.

"Los visitantes quieren animación callejera, ambientación medieval, les encanta. Si le unimos la buena gastronomía extremeña --adoran el gazpacho, las migas, el cordero, el jamón y la torta--, se despiden fascinados", señalan desde el hotel las Marinas. "Hemos llenado incluso en San Jorge, sin precedentes", indican en el Extremadura Hotel.

POR FIN DOS NOCHES El sector también percibe un aumento del tiempo de estancia media del turista en Cáceres. Muchos superan el día de rigor y ya pasan dos y hasta tres noches en la ciudad, dedicando una jornada al parque natural de Monfragüe, Alcántara, el Valle del Jerte y otros atractivos próximos. "Se quedan bastante sorprendidos y repiten el tópico: Extremadura es la gran desconocida ", asegura María José Murillo, jefa de recepción del Ceres Golf.