La sonrisa de sus hijos es la foto-fija que preside el salón del quinto piso, esquinas de armonía, un mantel de sentimientos sobre la mesa y peldaños que se abren a una terraza que dibuja amaneceres perfectos. Itaca le dio el bello viaje y sin ella no habría emprendido el camino, por eso tiene en la mente aquella isla que la llenó de conocimientos y la condujo a puertos nunca antes vistos. Ahora, ya de regreso, Cristina Teniente deshace serena cada mañana una maleta con la sabiduría ganada.

--Qué se veía tras la ventana?

--Siempre sol y el cielo azul.

--Hable de su padre...

--Marcó mi personalidad por su sentido de la responsabilidad. Ha sido un hombre que se hizo a sí mismo, se quedó huérfano con 7 años y se labró su futuro prácticamente solo. Todo lo que se propuso en la vida lo consiguió y ha sido un gran ejemplo.

--¿Y su infancia?

--Feliz. Recuerdo que los viernes siempre peleaba con mi madre para ir a dormir con mi abuela, una mujer de bandera que me enseñó muchas cosas en la vida, sus historias eran películas y novelas reales porque ella vivió la guerra y la posguerra. Vivíamos casi en el campo, en los chalés militares, al lado de San Blas, con muchísimos amigos. Yo era como un chico que me rompía las rodillas y montaba en bicicleta porque no me gustaban las muñecas. Mi madre era profesora y fue un ejemplo de sacrificio para mi hermano y para mí. Su sentido de responsabilidad y de constancia me han marcado.

--¿Qué es ser pijo?

--Una etiqueta.

--Vivió una juventud en el Cáceres más floreciente...

--Fue la época de la movida, vivir en la calle de forma muy sana. Tuve la suerte de estudiar aquí, en la Facultad de Derecho, en un ambiente universitario que sin duda tejió mi experiencia vital.

--¿Qué es ser madre?

--Lo mejor. Un sueño, un milagro.

--No tiene ni Facebook ni Twitter. ¿Cómo sobrevive?

--Perfectamente. Las redes sociales requieren de una dedicación enorme si lo que se pretende es darles un buen uso. Yo sigo creyendo en el contacto directo con las personas. Es insustituible.

--¿Qué hace una vicepresidenta autonómica al llegar a casa?

--Abrazar a sus hijos si están despiertos. Yo muchas veces no lo conseguía.

--Nadie es infalible, de manera que sea sincera y enumere los dos principales errores que no volvería a cometer si volviera a participar en el gobierno de Extremadura...

--Compatibilizar mucho mejor mi horario laboral con mi vida familiar y no me fiaría de todo el mundo porque en una administración tan amplia piensas que hay que dar ese margen y hay gente que me ha decepcionado.

--¿Sigue teniendo en su mente volver a Itaca?

--Fue un tiempo de la vida que aproveché para adquirir una experiencia e intentar dar lo mejor de mí misma. Era cumplir un sueño de cambiar las cosas, de cambiar Extremadura. Para mí ha sido todo muy motivador, y todo me ha enriquecido, me ha hecho crecer como persona, me ha hecho madurar, me ha hecho hacer un gran equipo, me ha hecho saber delegar, optimizar y ser mucho más pragmática y creo que me ha educado, me ha dado poso, me ha dado serenidad, me ha dado capacidad de trabajo. Pero es una etapa y en las etapas no hay que mirar atrás. Creo que tiene que haber en esta vida nuevos retos y no tienen que estar relacionados con eso. Soy muy inquieta y esa etapa de la vida política ha pasado. Ahora estoy en otras cosas, no me gusta mirar hacia atrás, me gusta mirar al presente y a día de hoy hacer lo mejor que puedo en lo que hago. Soy abogada, tenía mi despacho profesional y creo que siempre se tiene que tener la libertad para entrar y salir de la política. No tengo añoranza del pasado ni quiero construir el futuro pensando en ese pasado. Otros retos y otros horizontes.

--No mira atrás...

--Nunca. Mi presente es hoy. A lo largo de tu vida hay dos días que no sirven: el ayer y el mañana.

--¿Cómo explicar los recortes?

--Difícil. Y puede haber sido uno de los errores de todos los gobiernos que han tenido la responsabilidad de gestionar una crisis tan profunda, dura y costosa para mucha gente. Sobre todo a los que son más vulnerables económicamente es difícil explicar que tienes que tomar decisiones que no quieres tomar pero que no te queda más remedio cuando tienes que ajustar un presupuesto. Nosotros lo intentamos hacer con mucha claridad, es decir, esto es lo que hay, esto es lo que tenemos para gastar y esto es lo que ingresamos y no podemos llegar a más.

--¿Y usted no prefiere a Soraya?

--Creo que tenemos a un gran presidente que ha ganado las elecciones y que tiene que tener la posibilidad de gobernar en un momento clave para la historia de nuestro país porque las alternativas que se barajan solo pueden traer inestabilidad y confusión y eso es desconfianza, y desconfianza es que la economía caiga y si cae la economía el empleo se deteriora. Estamos hablando de algo que hasta ahora no se había cuestionado, que es la unidad de España. No estamos hablando de una alternativa con unas fuerzas de izquierdas que defiendan unos mismos objetivos o unos mismos ideales. No. Estamos hablando de distintas fuerzas políticas, muchas de ellas independentistas, que tienen una visión de España que no se corresponde con lo que se ha defendido por los dos grandes partidos durante décadas. Décadas de democracia donde hemos construido una nación. Y eso no se puede echar a perder por ambiciones personales o por poner líneas rojas a que gobierne un partido que ha recibido el respaldo mayoritario. Y la persona que ha liderado ese partido es Mariano Rajoy. Y él es el que ha ganado las elecciones y es el que tiene que tener la responsabilidad de configurar o de intentar configurar un gobierno. Y no me planteo otras opciones.

--¿Qué opina del perfil de soberbia que se atribuye a Cospedal?

--Ha tenido que tomar decisiones y sobre todo dar la cara en momentos muy complicados y eso a veces es difícil, pero ella ha intentado gestionarlo lo mejor que ha podido. Creo que ante eso hay que hacer un reconocimiento porque es una labor ingrata.

--¿La estética les hizo perder las elecciones?

--Lo que ha hecho perder a prácticamente casi todos los gobiernos que han tenido que gestionar crisis tan complicadas ha sido el deterioro social derivado de una crisis que ha sido casi global, que ha afectado a muchos territorios; y la tarea de gestionar esa responsabilidad, tomando decisiones complicadas y a veces impopulares hace que los ciudadanos digan que no están conformes; y tienen todo el derecho. Esa es la grandeza de la democracia.

--¿El paro y la corrupción han lastrado a nuestro país?

--Sin duda. El paro sigue siendo la principal preocupación. Esa situación de inestabilidad en generaciones más jóvenes que quieren tener su primera oportunidad laboral. El PP ha tenido un mayor desgaste en esa franja de población y hay una tasa muy elevada de paro juvenil que no es de los últimos cinco años en Extremadura sino que es histórica, es un mal endémico que entre todos tenemos que intentar combatir. Luego está la corrupción, que deteriora a cualquier partido. Y la corrupción no se puede aceptar y hay que expulsar del sistema a todos los políticos corruptos; y los ciudadanos también tienen todo el derecho a penalizar esas situaciones.

--¿En qué España cree?

--En una España solidaria, unida, fuerte, solvente, con protagonismo en Europa. Somos un gran país y tenemos que exhibirlo con orgullo. En una España que cree en sí misma y sus oportunidades. En una España que mire al futuro con valentía y que luche con todas sus fuerzas para salir de los problemas que tiene. Creo en una España de todos.