Huecco tenía muchas ganas de tocar en Cáceres. Lo dijo en una entrevista a este diario publicada este jueves. Y parece que Cáceres estaba ansiosa por cantar junto a Huecco. El músico más internacional de Las Hurdes se plantó, luciendo camiseta promocional del 2016 --y haciendo gala de su condición de Embajador de la capitalidad-- en el escenario de la caseta municipal en torno a las once de la noche del jueves. La magia con el público fue inmediata. "Vamos Cáceres, que se os oiga en Plasencia", repetía a modo de arenga a la multitud que le acompañaba. Como si fuera necesario...

Quizás no todo el público conociera de pe a pa las letras, pero nadie dejó de levantar los brazos, de corear los estribillos y de mostrar a Huecco que aquí también había ganas de que viniera. Así que por mucho que el encargado de la seguridad se empeñaba en mantener los accesos libres de público --"por si sucede algo y hay que salir", explicaba pacientemente-- la gente se agolpaba a las puertas para participar del espectáculo. Era la única opción para los más rezagados. No se podía entrar.

La actuación se cerró en torno a las 00.45 horas con toda la caseta municipal coreando Se acabaron las lágrimas , himno de una campaña del Ministerio de Igualdad contra los malos tratos. De hecho, Huecco dijo que la canción era "para todas las muchachinas..., y para los muchachinos... y para que los muchachinos no sean malos con las muchachinas". Antes desgranó buena parte de su repertorio: Tacones baratos o Mirando al Cielo ..., alternando ritmos más cañeros con otros lentos, e incluso con una improvisada canción de apoyo a las aspiraciones de Cáceres a la capitalidad, con la que todo el mundo le siguió. "Estamos locos por el 2016", era su canto. Y el público enloqueció con él. Es lo que tiene Huecco, libertad y también capacidad para defender el ritmo que quiera con calidad. Ya pasó San Fernando. La ciudad monumental le espera ahora con ese nuevo disco.