Cáceres ha sufrido de forma especial los efectos del covid. En abril llegó a ser la segunda provincia con mayor número de fallecidos entre las personas contagiadas (15%). El temor llevó a la población a un confinamiento absoluto, agravado por una fuerte sacudida de los despidos y ERTEs. De hecho, la capital cacereña registró en mayo 414 parados más que en marzo, que ya había supuesto un aumento del 7% respecto a los 8.685 desempleados de febrero.

Por todo ello, los distintos barrios cacereños se han visto seriamente afectados. Este periódico ha repasado su situación a través de los representantes de los cuatro distritos. La primera medida global que han tomado ha sido destinar los 36.000 euros de las distintas fiestas vecinales a ayudas para pequeñas empresas y autónomos, canalizadas a través del ayuntamiento. Afirman que estos negocios han corrido el mayor riesgo en plena pandemia para abastecer a los barrios, de norte a sur, de todos los productos que han necesitado los hogares.

Pero además, el movimiento vecinal ha mantenido entre 1 y 2 videoconferencias por semana para exponer la situación de cada zona y transmitir al ayuntamiento las necesidades de las personas más afectadas. Esta comunicación ha permitido, por ejemplo, organizar el reparto de las 2.000 mascarillas cedidas por la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Extremadura, que ya están llegando a las tiendas de proximidad, negocios de los barrios y residencias.

Pasado, de momento, el peor trago, los distritos esperan ahora que el engranaje del ayuntamiento siga cogiendo ritmo para que lleguen esos proyectos paralizados (parques, acerados, viales...), que tanto bienestar les aportan.

DISTRITO NORTE: NUEVA PUESTA A PUNTO Y APLAUSOS AL COMERCIO

La zona Norte cacereña está formada en su mayoría por nuevos residenciales levantados al calor de lo que se dio en llamar el ‘boom del ladrillo’ (Mejostilla, Montesol, Infanta Isabel, Residencial Universidad, Ronda, San Jorge, Vegas del Mocho, Cáceres el Viejo...). Por ello, los efectos de la pandemia se han dejado notar especialmente en sus amplios parques, rotondas, parcelas y espacios abiertos, que parecían selvas por momentos y recordaban esas películas del fin de mundo donde la naturaleza invade lo urbano. Poco a poco recobra la normalidad.

«Hemos estado en contacto con el ayuntamiento y se ha avanzado mucho en el desbroce. Faltan por ejemplo los solares privados de Emilio Cardenal, un peligro porque lindan con viviendas», indica el representante del Distrito Norte, Juan Merino. Aunque ya ha pasado el tiempo de poda, sus peticiones también han surtido efecto y la empresa Talher está cortando las ramas que se cuelan en las casas.

La zona Norte, con muchos residenciales de unifamiliares, tiene mayor dispersión, por eso allí se ha valorado muy especialmente la valentía de sus negocios de proximidad, esas multitiendas y pequeños supermercados «que han sido realmente la salvación para muchos vecinos, que se han jugado el tipo para que no nos faltara de nada», agradece Juan Merino. De ahí que el distrito haya apostado decididamente porque el dinero de las fiestas de los barrios vaya a esas pymes y autónomos «que han dado su cara más amable en plena pandemia».

Además, el movimiento vecinal ha brindado su apoyo a los residentes que han sufrido pérdidas familiares dolorosas, especialmente en residencias. «Hemos tenido un buen número de casos», lamenta Merino. También ha habido temor en la desescalada: los amplios espacios del distrito han atraído a muchos paseantes a zonas como la Ronda Norte. «El vial entre Gredos y Cáceres el Viejo se llenaba cada tarde, le llamaban ‘la feria’», revela Merino. Él mismo ha pedido prudencia en el whatsapp vecinal.

Precisamente, la creación del acerado que falta en ese vial es una de las obras más esperadas por los vecinos ahora que se retoma la rutina. Está incluido en los Presupuestos Participativos 2020, al igual que la rotonda entre Cáceres El Viejo y el Parque Empresarial, y otros proyectos que avanzan en el Norte, como el refuerzo de la iluminación en parques de Gredos y Montesol, la mejora en los parques del Residencial Universidad, o el nuevo mobiliario y el parque biosaludable de Cáceres El Viejo, donde ya se inició la primera obra municipal tras la pandemia: la galería de tiro con arco.

DISTRITO SUR: INVERSIONES EN PAUSA POR 619.000 EUROS

El coronavirus ha azotado seriamente a las familias trabajadoras del Sur cacereño, donde el bache económico se ha dejado sentir con fuerza. En los barrios tradicionales, hogares con empleos temporales o por horas son los que más han sufrido el frenazo, y no pocas personas han tenido que pedir ayuda para comer o pagar recibos. En los barrios más modernos, las familias, muchas con hijos, arrastran además la pesada losa de las hipotecas. «El retraso en el pago de los ERTES ha hecho daño a los hogares y otros vecinos han perdido el empleo. Las ayudas son muy de agradecer, pero la gente quiere trabajar», explica José Antonio Ayuso, representante del Distrito Sur.

Este área abarca Llopis, Espíritu Santo, Aldea Moret, Sierra de San Pedro, Las 300, Maltravieso-Casa Plata, Nuevo Cáceres, Moctezuma o Hispanoamérica. En muchas zonas abundan los ancianos, «pero la fuerte unión vecinal, sobre todo en los barrios de siempre donde todos nos conocemos, ha hecho posible que no falten manos para ayudarles», destaca Ayuso. Una estrecha convivencia que ha tenido su contrapartida: «¿A quién no se le ha ido un vecino? Hemos sufrido sin despedirlos», lamenta.

El covid también ha detenido las inversiones públicas, una demora que afecta principalmente a la zona Sur porque es la que tiene más proyectos pendientes en los Presupuestos Participativos de 2019 y 2020, donde el distrito no salió mal parado ya que sus barrios antiguos lo necesitan. Aunque algunas obras ya venían con retraso, los vecinos entienden que la pandemia lo ha parado todo y esperan que se reactiven cuanto antes, «porque estos presupuestos permiten infraestructuras muy interesantes», destaca José Antonio Ayuso.

De la convocatoria 2019 aún faltan por ejecutar 126.000 € en varias obras: reforma de la casa de cultura de La Cañada y de la sede de Las 300, hormigonado de una parcela en este último barrio, área de juegos en Aldea Moret y pista de patinaje en Casa Plata. La convocatoria 2020 incluye 492.000 € en proyectos para el Sur, todos a la espera: reforma de la Ronda de la Pizarra (1ª fase), parque biosaludable en la Plaza 1º de Mayo, asfaltados en Aldea Moret y la mejora de la accesibilidad en el entorno de La Roche.

Otras actuaciones cruciales para la zona ya se están resolviendo: acaba de adjudicarse la obra más esperada en Llopis por 429.000 €, que permitirá cambia tuberías de medio siglo, y también se ha licitado la mejora de la red de aguas en el Espíritu Santo y de la accesibilidad en Las 300.

DISTRITO CENTRO: LA PANDEMIA REVELA EL VALOR DE LOS VECINOS

Cuando llega un virus que da la vuelta a todo lo establecido, cuando la gente se queda sin trabajo, encerrada e imposibilitada para acudir siquiera a la compra, entonces los lazos vecinales demuestran su valor. Y así ha ocurrido en el Distrito Centro-Casco Antiguo, donde la Ciudad Monumental ha organizado la plataforma ’Vecinos en red’, que ha atendido a personas mayores y enfermas, y además ha iniciado una campaña de apoyo a la pequeña empresa fomentando las compras en ella, bajo el lema ‘Piensa global, consume local’. También San Blas y Antonio Canales han activado recursos similares, y otros barrios han estado pendientes de sus vecinos más vulnerables.

Así lo explica Juan Manuel Honrado, representante del Distrito Centro-Casco Antiguo, que engloba un sinfín de barriadas (Aguas Vivas, Cánovas, El Perú, El Rodeo, Hernán Cortés, La Zambomba, Los Fratres, Casco Viejo, Reyes Huertas, el Marco, San Francisco...). Es el más extenso (38.934 habitantes) y logra consensos como la aprobación unánime para ceder el dinero de las fiestas a las pymes. Además, durante el confinamiento han realizado acciones dinamizadoras como la decoración de balcones en San Jorge, los ‘cuentos contra el aburrimiento’ del propio vecindario, el programa de televisión ‘Al fresco’ y una red de voluntarios que llevan la biblioteca a casa.

Paulatinamente el centro vuelve a la vida. Buena prueba de ello es la continuidad de la obra emblemática de la muralla, donde el colectivo vecinal ha tenido que mediar para evitar molestias especiales durante el confinamiento. También, tras la cuarentena, se ha inaugurado el parking provisional del Madruelo (27 plazas), que supone un desahogo en San Blas, Villalobos y Tenerías. Ahora se espera la reforma de los aseos públicos de la plaza, tan necesarios en tiempo de covid para turistas y cacereños, una obra que propuso este mismo distrito, así como la mejora de los parques caninos y el refuerzo de la iluminación en la explanada de San Blas.

Pero sobre todo, el distrito desea la vuelta a la normalidad para seguir impulsando el proceso de participación ciudadana, «que consideramos tan necesario», afirma Juan Manuel Honrado. Tal es así que el distrito aprobó una propuesta unánime a los Presupuesto Participativos 2020 para celebrar unas jornadas «donde todos aprendamos a trabajar a través de procesos que conduzcan al consenso, y eviten polémicas como la de Alzapiernas», subraya. De hecho, la Ciudad Monumental está desarrollando un proceso colectivo para la rehabilitación de Santiago y para lograr un Womad sostenible.

DISTRITO OESTE: DESEMPOLVAR LOS PROYECTOS PARA RETOMAR EL PULSO

El Oeste cacereño no ha sido una excepción y la oleada del coronavirus ha dejado una estela de temor y problemas económicos. «La gente continúa asustada, es cierto que comienzan a salir con más frecuencia, pero la mayoría cumplen las normas porque existe recelo a los rebrotes. Los niños aún no tiene pistas ni parques pero en general se comprende por la situación», detalla José Alberto Iglesias, representante de este distrito que aglutina a Cabezarrubia, El Junquillo, El Vivero, La Madrila, La Sierrilla, Los Castellanos, Parque del Príncipe, Macondo o R-66, entre otras zonas.

Sin desdeñar la salud, que es lo prioritario, el impacto que ha sacudido a más familias ha sido el económico debido a los ERTES y despidos derivados de la situación de las empresas. «La gente está muy preocupada por la situación actual y porque no saben qué pasará dentro de unos meses, el virus ha hecho temblar los cimientos de la economía y las familias temen que otro rebrote les deje sin recursos. Algunos bloques han visto rebajado el recibo de la comunidad en un 50% gracias a la sensibilización de las empresas de mantenimiento y de administración de fincas», valora Alberto Iglesias, pero la solución, afirma, está en que la normalidad se retome lo antes posible.

Un paso importante será la reactivación de los proyectos en trámite o ejecución, como la apertura de las nuevas tiendas en el Centro Comercial Ruta de la Plata, el avance del centro comercial que propone Kronos Properties en el antiguo matadero, o el reinicio de las obras del vial que unirá Macondo con el Junquillo, que el ayuntamiento anuncia que retomará en 3 semanas tras un modificado de 80.000 €. «Es una obra importante porque evitará un rodeo de 4 kilómetros a la línea 4 del autobús. Tendrá cabecera en el Junquillo», aclara Iglesias.

Proyectos que vendrían a retomar el pulso de la zona, donde hay barrios que no se pueden permitir parar. «Llevamos años esperando a que se recepcione el Junquillo, mientras tanto no tendremos infraestructuras en condiciones (riego, asfaltado, adoquinado...)», subraya. «Sabemos que la pandemia ha interrumpido todo, pero necesitamos que las instituciones recuperen el tiempo perdido para que no siga habiendo barrios de primera y segunda», reflexiona.

Además, deben ultimarse los desbroces de algunos espacios del Oeste, por ejemplo en Castellanos. El responsable del distrito recuerda la importancia de la futura ordenanza de solares que el ayuntamiento tramita a petición del movimiento vecinal.