La casualidad hizo que el maestro Juan Solano (Cáceres 1921, Málaga 1992) muriera en la víspera de San Jorge, patrón de la ciudad, lejos de sus raíces cacereña y mirando al Mediterráneo. Quizá fue una señal de la huella que el compositor de coplas universales como Tengo miedo o Un clavel dejó en el lugar que le vio nacer hace casi 90 años. El ejemplo del escaso tributo son las puertas cerradas de la casa de la calle Soledad que hoy debería de mostrar el legado de este cacereño universal. De él queda como principal recuerdo una calle en el barrio de Nuevo Cáceres.

Pero ni el tiempo ni la frágil memoria han dejado en el olvido su obra ni el de las discípulas que aprendieron de él: Juanita Reina, Marifé de Triana, Gracia Montes, Rocío Jurado o Isabel Pantoja, alumnas de aquel letrista al que la primera semana de la copla que se inauguró ayer rendirá homenaje hasta el domingo. El atractivo programa, iniciativa de la cantante extremeña Pilar Boyero, el músico Aurelio Gallardo y el director teatral Rubén Arcas, incluye, además de dos galas el jueves y el viernes, sesiones de musicoterapia con copla para enfermos de alzhéimer, cuentacuentos o charlas.

La primera entrega de esta iniciativa tuvo ayer como escenario el palacio de la Isla, sede de una exposición sobre la vida y obra del maestro Solano en la que se muestran 40 fotografías cedidas por la familia a los organizadores y que permanecerá abierta esta semana.

Pilar Boyero explica que el objetivo es ofrecer una retrospectiva del letrista desde sus inicios en Cáceres, su paso por el conservatorio de Sevilla o el estudio en las traseras de la Gran Vía. "Se trata de que la gente conozca la magnitud de su trayectoria, pero también su lado más cacereño", resalta la tonadillera, que cita imágenes de Solano en la Montaña o en la librería que su familia regentaba en la plaza Mayor. Una manera de no olvidarlo.