La historia de la Iglesia en los países de Centro Europa es una historia súper interesante, con acontecimientos trascendentales y con personajes con una influencia capital en el devenir del pensamiento religioso del viejo continente. San Bonifacio, el Sacro Imperio, Martin Lutero, los partidos políticos del XIX… son solo una muestra de la realidad de esa importancia. En la Alemania actual hay 83 millones de habitantes y son católicos el treinta por ciento. Su realidad religiosa, tanto en estructuras como en planteamientos, es completamente distinta a la nuestra.

Un medio de tirada nacional, escrita y digital, que nació allá por el segundo quinquenio de la década de los setenta, cuando comentó la noticia que os transmito hoy, la calificaba como un enfrentamiento de la Iglesia Alemana con el Vaticano, y como sucede con otras noticias religiosas que publica, ve cosas que le gustaría que fueran ciertas, y no es así. Y no es así, porque esto es algo normal en la Iglesia del «galileo», ya desde el siglo primero, si Pablo no hubiera tenido la valentía de decirle como es debido unas cuantas verdades a Pedro, los cristianos seguirían ahora pescando únicamente en el Mar de Galilea. El auténtico espíritu que guía a la Iglesia funciona de esta manera, y cuando algunos grupos alardean de sus ciento y pocos años de honradez, esta puede hacerlo de veinte siglos, sabiendo reconocer, que ha cometido muchos errores, pero también ha tenido muchos aciertos, por eso está donde está.

El Papa Francisco está impulsando esa «Iglesia en salida», que no es lo mismo que iglesia en estampida como dicen sarcásticamente algunos. Quiere una iglesia que se atreva con los retos que la sociedad le plantea, se atreva sin prejuicios, ni restricciones pusilánimes, a reflexionar sobre los temas que haya que hacerlo; como los fundamentos son firmes quiere una iglesia que hable y se pronuncie sobre cualquier tema, por escabroso que sea.

Pues bien, la Iglesia católica alemana, con su conferencia episcopal a la cabeza, se encuentra en la actualidad realizando su camino sinodal, camino que va a durar dos años, y los temas que van a ser debatidos a lo largo de ese tiempo, son estos tres: la moral sexual en la Iglesia, el papel de la mujer en la misma y el celibato sacerdotal. La mirada estará atenta al desarrollo de este acontecimiento y os lo irá contando.

*Párroco de San Blas