Los bomberos sofocaron ayer un incendio que se produjo en un bajo de un bloque de viviendas de la calle Lucas Burgos, en el barrio de Aldea Moret. Este suceso tuvo lugar unos minutos antes de las dos de la tarde y los servicios sanitarios del 112 atendieron a la única ocupante de la vivienda, una mujer de 82 años. El humo, las llamas, que salían por la ventana del comedor del bajo, y los gritos de alerta hicieron que los residentes que estaban en el edificio bajasen a la calle.

Agentes de la policía local acordonaron la zona y en menos de media hora el incendio quedó extinguido. El fuego se originó en el salón. Vecinos apuntaban como posible causa el brasero, aunque los bomberos puntualizaron que habrá que esperar. Todo la vivienda quedó dañada, el salón calcinado, con peligro de desprendimiento del techo, y el resto de las habitaciones afectadas por el humo.

En cuanto a la única ocupante de la vivienda, una mujer de 82 años que vive sola, los sanitarios del 112 que la atendieron en el lugar del incidente explicaron que sufría "un poco de asfixia y algo de intoxicación a causa del humo". Tras la primera atención en la ambulancia, la trasladaron al hospital. Los bomberos encontraron dentro de la casa a un perro muerto, animal de compañía de la mujer, por la inhalación de humo. Dos vecinos que vieron el humo desde la calle fueron quienes sacaron a la anciana de la casa, "tiramos la puerta a patadas, la mujer estaba muy nerviosa y confusa, caminaba entre el pasillo y la cocina", comentó Florencio Tostado, quien junto a Enrique Durán fueron los primeros en entrar en el bajo. "Después llamamos a los telefonillos de las casas para que la gente saliera a la calle", añadió.

"Me percate del incendio no por el olor ni el humo, sino por los golpes que daban en la puerta de enfrente", comentó Isabel, que reside en otro de los bajos del bloque. "Cogí a mi niño y salí corriendo, me he dejado hasta la puerta abierta", añadió. Uno de los bomberos fue el que rescató a su perro, que se había quedado dentro de la casa.

"Menos mal que no han cerrado la puerta de atrás, he oído las voces, he visto las llamas y he salido por patas", explicaba Remedios, quien vive en uno de los pisos del bloque, que tiene dos accesos, uno por Lucas Burgos y otro en las traseras del edificio. "Vi el humo, oí chillidos y salí rápido con los niños, uno hasta está descalzo", comentaba Mari Carmen, ya en la calle, otra de las vecinos del bloque.

Los servicios sanitarios también atendieron a un joven de 30 años por intoxicación leve por humo.