Clientes y empleados del Havoc Café (R-66) se han llevado este viernes un buen susto, que afortunadamente no ha tenido consecuencias personales aunque sí ha provocado daños materiales. Hacia las nueve de la noche, la campana extractora de la cocina ha salido ardiendo y se ha producido un fuerte fogonazo, seguido de humo. Los dos grupos de clientes que estaban en el interior se han apresurado a salir a la calle, mientras que en la terraza del establecimiento, situada en el parque de enfrente, cundía el nerviosismo.

“Veníamos hacia casa y de repente hemos visto cómo una columna de humo se elevaba por encima del edificio”, ha explicado una familia. “Estábamos dentro y hemos visto el fogonazo”, relataban unos jóvenes. Los diez trabajadores del Havoc, cuatro de ellos destinados a la cocina, han seguido inquietos desde la calle los trabajos de los bomberos. “Estamos todos bien”, tranquilizaba una camarera. En un par de ocasiones se han visto de nuevo llamas en el interior de la cocina.

“Los bomberos y la policía han venido en pocos minutos”, explicaban otros testigos. Dos dotaciones del parque del Sepei, dos patrullas de la Policía Local y una más del Cuerpo Nacional de Policía se han desplazado a la zona. El entorno del establecimiento, ubicado entre las calles Islas Azores e Isla de Rodas, ha permanecido parcialmente cortado al tráfico. Los vecinos del bloque también se mostraban nerviosos, aunque aparentemente no se apreciaban daños en el edificio.

El suceso provocó la afluencia de numerosos residentes de la zona, ya que se trata de un café especialmente frecuentado por los vecinos del R-66, pero también de distintos puntos de la ciudad. “Primero el cierre por el covid y ahora esto. No hay derecho, tienen muchos empleados”, lamentaba un inquilino del mismo bloque.