Un aparatoso incendio en un bloque de ocho plantas de la calle Huaina Capac obligó a desalojar en la noche del jueves a 48 familias, debido al humo y a la virulencia del fuego. La alarma fue mayor en los primeros momentos, puesto que corrió la voz de que los inquilinos podían estar aún en el interior de la vivienda. Finalmente no se produjeron daños personales ni nadie sufrió quemaduras, aunque dos vecinos tuvieron que ser atendidos por un médico (las causas no han trascendido, pero todo parece indicar que por el humo y los nervios). El inmueble siniestrado sufrió daños de bastante gravedad, y un perro que estaba en la casa no ha podido ser hallado.

Todo ocurrió a las once y cinco de la noche en el bloque 1 de Huaina Capac. El humo que salía de un piso de la cuarta planta, concretamente de la habitación de la única hija del matrimonio propietario, alertó a los vecinos, que avisaron de inmediato a los bomberos. Hasta el lugar se trasladaron varios vehículos del parque del Sepei, entre ellos una bomba ligera de extracción y el camión escala. Dotaciones de la policía local también acudieron a la zona.

"ESTABA MUY ACTIVO" El incendio no traspasó las paredes de la habitación, pero alcanzó temperaturas tan altas que dañaron seriamente el resto de la vivienda. "El fuego estaba muy activo, por lo que fue necesario prevenir riesgos y evacuar todo el bloque", explicaron ayer responsables del Sepei. Las familias fueron avisadas puerta a puerta por los bomberos y enviadas a un punto de encuentro en la calle, para que pudiera realizarse el recuento. Hubo algún momento de nerviosismo, pero los inquilinos siguieron las instrucciones.

La alarma se desató porque nadie podía asegurar que los propietarios estaban fuera del inmueble. Los bomberos revisaron el interior y no hallaron a nadie. Ayer se supo que el matrimonio se encontraba en un acto público y que la hija también se había ausentado. Además, los efectivos buscaron a la mascota que estaba en la casa cuando se produjo el incendio y temen que no sobreviviera (el cuerpo del animal no se ha localizado). Todo apunta a que la causa del siniestro fue un cortocircuito, aunque no se ha confirmado.

Los bomberos revisaron los inmuebles del bloque para verificar su estado y garantizar la seguridad de los residentes. A la una y diez de la madrugada permitieron el regreso de los inquilinos al interior, acompañándoles hasta sus viviendas.

DESOLADOS Los propietarios, que en los primeros instantes no pudieron ser localizados por teléfono, se trasladaron hasta el lugar inquietos y desolados nada más conocer lo que ocurría. Personas cercanas a la familia explicaron ayer a EL PERIODICO EXTREMADURA que el matrimonio y su hija está asistidos por sus familiares y que se encuentran en buen estado físico, pese al trance que están viviendo por el incendio y sus consecuencias.