Un incendio en la sede de UGT ha calcinado documentos históricos del sindicato, en los que se recoge toda la información desde la creación de la agrupación, en 1918. Eran documentos inéditos que se han perdido para siempre ya que de la mayor parte de ellos no existen copias. Se guardaban en el despacho del secretario territorial, Ceferino Rontomé, donde se originó el fuego probablemente por un cortocircuito, aunque las causas están siendo investigadas ahora por la policía científica.

Comenzó pasadas las ocho de la mañana de ayer, cuando en las instalaciones, ubicadas en la calle Obispo Segura Sáez, solo había un trabajador. Como todos los días accedió al despacho del secretario territorial a buscar los periódicos y cerró la puerta. Al salir le olió a quemado, pero no le dio importancia ya que pensó que se trataba del incendio de Portugal, que todavía ayer se dejaba sentir en Cáceres. Fueron unos pintores que trabajaban en un edificio de la calle los que le dieron la voz de alarma: «Entraron a decirme que salía mucho humo por la ventana. Fui hasta el despacho y vi las llamas por debajo de la puerta», explicaba aún asustado horas después del incendio.

Primero intentó sofocarlo con un extintor pero fue imposible debido la intensidad de las llamas. De hecho segundos después explotaron los cristales de las ventanas, por lo que el fuego podía verse desde la calle. Luego estallaron también las del resto de dependencias, debido al calor que se generó en el interior. El fuego se extendió rápido por los pasillos porque el suelo es de corcho, aunque no llegó a quemar el resto de dependencias, que sí han quedado afectadas por el humo y las altas temperaturas. La Policía Nacional acordonó la calle mientras los bomberos lograron extinguir el incendio. El incidente causó una gran alarma entre los vecinos de la zona.

Las llamas solo afectaron a la sede de UGT, ubicada en la planta baja, aunque el humo se extendió por las plantas superiores y por locales contiguos, como la Federación Empresarial Cacereña. La sede se encuentra precintada por seguridad, mientras se analiza si el fuego ha dañado la estructura. Por el momento los trabajadores serán trasladados a la sede de la Federación de Industria, Construcción y Agro que el sindicato tiene en La Madrila.

Lo ocurrido ha reabierto el debate sobre las deficiencias que tiene el edificio debido a su antigüedad. Hace unos meses el Ministerio de Trabajo, propietario del mismo, llevó a cabo una pequeña reforma para tapar las grietas que ocasionó la obra del párking de Primo de Rivera y pintó todas las dependencias. En cambio la instalación eléctrica no se tocó. Desde el Gobierno central aseguraron ayer que esperarán a conocer el informe sobre lo ocurrido para decidir actuar en el mismo. Y recordaron que el edificio se encuentra en estos momentos en trámites para salir a subasta (aún no se ha tasado). De hecho, según se comunicó a los trabajadores, esperan agilizar esta enajenación tras lo ocurrido.