Como recuerda Dolores Aguilar, consejera de Economía de la Junta de Extremadura, la industria es un sector con un peso residual de la región. Apenas representa el 7% del Producto Interior Bruto (PIB) extremeño. Sin embargo, el objetivo es convertirlo en un motor de desarrollo. Por eso y porque la crisis sigue haciendo estragos, datos como el que ayer dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE) son especialmente valorados por las Administraciones. Según este organismo, el índice de producción industrial creció en Extremadura un 20% el pasado mes de junio y un 12,5% en el primer semestre del año. Esto supone un ritmo de crecimiento entre seis y siete veces superior a la media nacional.

El índice de producción industrial es una estadística oficial que mide cada mes la evolución de la actividad y la producción de la industria española. Por tanto, es un pulsómetro del momento por el que atraviesa el sector. En este sentido, el dato publicado por el INE constata una mejoría de su situación en Extremadura respecto al año anterior y un grado de crecimiento que, en relación a otras autonomías, solo supera Navarra.

Esta evolución positiva llega de la mano del buen comportamiento del sector energético (con la productividad de la Central Nuclear de Almaraz y el crecimiento de la energía solar). Su índice de actividad creció un 43,5% en junio. Y junto a él mostraron un comportamiento positivo ramas como la fabricación de muebles, de vehículos a motor o de productos de caucho y plástico. "El mercado se está recuperando. Todavía no hay una gran demanda de pedidos, pero sí llegan muchas más solicitudes de presupuesto. Nuestro ritmo de actividad está creciendo", reconoce Félix López, gerente de la fábrica de muebles Decorfyr, de Brozas.

Pero el subsector que ha experimentado una mayor evolución durante el último mes ha sido el de las industrias extractivas, que en Extremadura está compuesto básicamente por la mina de níquel de Aguas Blancas, las canteras de calizas, la cementera, la extracción de áridos y el sector de la roca ornamental. En este caso, la vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Dolores Aguilar, apuntó ayer en declaraciones a la Cadena SER que la mejoría viene de la recuperación de empresas relacionadas con el granito o la pizarra: "han pasado por una situación compleja, incluso estuvieron a punto de desaparecer, y se están recuperando".

EL PRIMER SEMESTRE Desde el Clúster de las Piedras Ornamentales de Extremadura, que aglutina a gran parte de las empresas dedicadas a la extracción o elaboración de este tipo de rocas (granitos, mármoles, pizarras), la perspectiva no es tan optimista. "El segundo semestre del 2009 sí fue bastante bueno. Pero la primera mitad de este 2010 no ha sido demasiado positiva. La actividad ha bajado. Dependemos en buena medida de la obra pública y las obras del fondo de inversión local ya han terminado. Tras la primavera está habiendo una leve mejoría", apuntan. Muestra de esto es que, pese a experimentar un crecimiento del 384% en junio, el índice de las industrias extractivas de la región en los primeros seis meses es un 20% inferior al del mismo periodo del 2009.

Por ello, frente al dato coyuntural de junio, las actividades que están tirando de la industria extremeña en el primer semestre, según el indicador del INE, son: la energía, la fabricación de productos minerales y metalúrgicos, el material y equipos eléctricos y, sobre todo, las empresas dedicadas a la fabricación de vehículos de motor y sus componentes. "Es cierto que ha habido una importante mejoría en los últimos ocho o diez meses, gracias al efecto de las ayudas a la compra de vehículos en países como España, Francia o Alemania. Eso nos ha permitido tener unos meses de estabilidad tanto en empleo como en actividad", reconoce Marcelo Muriel, director gerente de Catelsa, empresa ubicada en Cáceres dedicada al suministro de componentes de motor, frenos y productos químicos.