Las empresas ubicadas en la N-630 próximas al cruce de Casar de Cáceres y en el polígono de esta localidad vienen sufriendo desde hace más de un mes el acoso de una banda de ladrones que sigue el mismo modus operandi --accede por los tejados de las naves-- y que tiene en jaque a la Guardia Civil, que mantiene abierta una investigación, según confirmaron fuentes de la Benemérita.

La última acción se perpetró en la madrugada de ayer. Tres naves de la carretera sufrieron un nuevo asalto. Una de ellas (Calinteg Confort) sufrió un robo anterior el 18 de diciembre, en el que los ladrones sustrajeron pagarés por importe de casi un millón de euros --que no lograron hacer efectivos--, así como 3.000 euros en metálico, según informó el propietario David Sánchez.

Ayer, los rateros no se llevaron ningún botín sustancioso. Solo sustrajeron documentación administrativa de Calinteg, aunque causaron graves destrozos para acceder al interior de las naves, según confirmaron a este diario los empresarios afectados.

UNA DECENA DE BOQUETES Los daños más importantes los sufrió la empresa de jardinería Top Campo. Los delincuentes arrancaron varias planchas metálicas de la cubierta de la nave para entrar en su interior, abriendo una sucesión de boquetes en el techo de cada oficina. "Buscaban dinero en metálico o una caja fuerte, pero no dejamos nada. Han sido más los destrozos porque no hemos detectado la falta de mercancía", relataba ayer el responsable de la empresa.

Los ladrones llegaron a practicar una decena de agujeros en los techos de despachos que carecían de alarma, incluso un butrón en una de las paredes para acceder a una estancia anexa, de la que finalmente tampoco se llevaron nada. La Guardia Civil encontró "destornilladores y palancas" que emplearon supuestamente para abrir los huecos.

A la nave de Calinteg accedieron, igual que la vez anterior, por una de las ventanas situadas a 6 metros de altura, ayudándose de unos andamios de una nave vecina. "Desde el otro robo no teníamos aquí dinero, pero se han llevado documentación de subvenciones, escrituras y papeles de Hacienda que nos causa un tremendo trastorno", valoró Sánchez. En su opinión, la banda actúa "con gran frialdad e impunidad". "El problema es gordo porque ya han robado en Queserías Pérez Andrada y otras naves de Casar", aseguró.

También asaltaron la nave de Terrazos Sánchez Mejías, donde habían robado días atrás diverso material, según explicó uno de los emplados, aunque esta vez solo rompieron un candado y una puerta. La Guardia Civil recogió ayer nuevas pruebas para tratar de detener a los asaltantes.