El anuncio de las negociaciones para que Cayetano Polo se incorpore como asesor a la iniciativa de Infinity Lithium en Cáceres se ha hecho público cuando ha pasado casi un año desde el último trámite administrativo para que este proyecto pueda seguir adelante. Fue el 29 de noviembre de 2019 cuando finalizó el plazo de exposición pública y presentación de alegaciones al permiso de investigación minera presentado por Tecnología Extremeña del Litio (TEL), empresa participada por Infinity y que promueve el plan de una explotación minera en la sierra de la Mosca, en Valdeflores.

Desde entonces no hay avances efectivos para excavar la mina ni para construir la planta de tratamiento del mineral, en ese sentido el proyecto está parado desde ese día, hace ya casi un año. Sin esa autorización de investigación de momento no hay nada. Si se concede, la empresa podría completar los sondeos que realizó en 2017 y en los primeros meses de 2018. Posteriormente, con los resultados obtenidos, tendría que solicitar la concesión de explotación del recurso minero. Aunque antes de todo esto la Junta tendrá que dar una respuesta a las miles de alegaciones presentadas.

El director general de Minas de la Junta, Samuel Ruiz, aseguró el pasado septiembre, a preguntas de este diario, que pese al tiempo transcurrido se sigue con la tramitación del permiso de investigación de «forma ordinaria» y que se tomará la decisión con respeto a «la legislación vigente en materia medioambiental», cuestión que es la clave de todo este expediente. Desde Infinity se confiaba ayer en que se obtendrá esta autorización, «nos consta que se están tramitando de forma escrupulosa y minuciosa para otorgarlos de nuevo con todas las garantías». Están pendientes de concesión dos autorizaciones de investigación. La primera, la principal, afecta a las dos cuadrículas donde estaría el espacio a excavar y de donde se sacaría el litio. La segunda es una ampliación con 40 cuadrículas más.

Pero en otros ámbitos sí ha habido movimientos, tanto en el judicial (TEL tiene dos contenciosos abiertos, uno contra la Junta y otro contra el ayuntamiento por la restauración de los sondeos realizados en Valdeflores en 2017 y principios de 2018), en el valor estratégico del litio (la Unión Europea lo ha incluido en el listado de materias primas críticas por su demanda para la producción de baterías que alimenten los coches eléctricos), y en el industrial en Extremadura (con el proyecto de una fábrica en Badajoz para la producción de baterías).

El anuncio de que Infinity puede contar con Polo ha sido recibido con críticas entre los que fueron sus compañeros de partido. Ayer el coordinador de Ciudadanos en Badajoz, Ignacio Gragera, cuestionó que solamente unas semanas después de su salida de Cs aparezca vinculado a la empresa minera. Polo fue el coordinador regional de la formación naranja y antes había sido su portavoz en el ayuntamiento, entidad local en la que dio el salto a la política en las elecciones de 2015.

Mayores han sido los posicionamientos en contra desde la plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres, el colectivo que más se está oponiendo al proyecto. Una de sus portavoces, Montaña Chaves, escribió ayer que le había causado «perplejidad y sorpresa» la entrada de Polo en el proyecto, «y nos preguntamos -en la plataforma ciudadana- si defendía la mina desde un principio, a pesar de intentar camuflar su postura».

Ni Cayetano Polo atendió ayer a las llamadas de este diario para conocer su valoración sobre su posible entrada como asesor en el proyecto ni por parte de la empresa hubo un pronunciamiento. Desde su servicio de prensa se remitió a la fecha en la que se haga efectivo el acuerdo entre ambos.

La posición de Polo sobre la mina cuando militaba en las filas de Ciudadanos puede resumirse con su intervención en el pleno del ayuntamiento en el que se rechazó la modificación del Plan General Municipal de urbanismo. En esa sesión se adoptó por parte de la corporación local, salvo Cs, la decisión que más ha influido en contra de la mina. Se desestimó la modificación del plan de urbanismo pedida por la empresa para que se permitiesen las actividades extractivas en Valdeflores. Con ese pronunciamiento en contra, el proyecto no puede prosperar, salvo que un juez tumbe los argumentos medioambientales con los que el ayuntamiento defiende la protección de la zona.

Pleno

En ese pleno, Polo no dio un sí al proyecto de la mina, pero defendió que el expediente no muriese en esa sesión, argumentando que con los informes de los técnicos del ayuntamiento no era suficiente y que había que esperar a los de la Junta. Su discurso fue que para tomar decisiones «hay que tener todos los datos y más ante una oportunidad que pudiera suponer para esta ciudad un cambio de modelo y que vaya hacia la industrialización». Sus gestos, fue el primero que hizo pública su reunión con los directivos de Tecnología Extremeña del Litio en febrero de 2018, y sus posicionamientos como político local y regional siempre han sido favorables al proyecto de explotación minera.

Ahora, como consultor, tiene una empresa Ecosistema 44 dedicada a la ingeniería medioambiental, podría trabajar directamente para este proyecto, que de momento tiene como su principal escollo la negativa de la mayoría de la corporación local a modificar el plan de urbanismo.

El plan de urbanismo, la judicialización del expediente y el valor estratégico del litio

La protección que el plan general municipal de urbanismo da a Valdeflores sigue siendo el principal escollo del proyecto de la mina. Si la misma está argumentada, no puede prosperar a día de hoy una iniciativa como la de Valdeflores, salvo que haya un cambio normativo por el valor estratégico del litio o por una decisión judicial. Esa protección se argumentó, además de por lo ya recogido en el plan, por parte de los técnicos del ayuntamiento en los informes que se elaboraron cuando se rechazó la propuesta de la empresa minera para la modificación del plan.

En el informe de los jefes de la unidad de Medio Ambiente y del servicio técnico de Urbanismo se concluyó que la justificación de la modificación del plan de urbanismo y la innovación pretendida por parte de la empresa en la normativa urbanística «carecen de sentido» porque van contra el modelo de ciudad fijado en el plan, que deja la Montaña como un espacio a proteger por ser uno de los pulmones naturales de Cáceres. Otro argumento que se dio es que la modificación que proponía la empresa incluía una clasificación de las actividades extractivas en la que para unas dejaba las distancias que tiene que haber con un núcleo urbano y con otras actividades mineras, mientras que para otras, como la extracción de litio, la eliminaba, una desprotección que permitiría que la mina se situase a un kilómetro de suelo urbano, cuando el límite actual con un núcleo urbano es de dos, además de acercar la mina a infraestructuras básicas, como el nuevo hospital o la estación potabilizadora.

Hay un antecedente en las resoluciones judiciales que dieron por buena la protección ambiental de la zona que el plan general de urbanismo daba a los terrenos donde se construyó el residencial Universidad, pero esas sentencias salieron después de construida la urbanización de 500 pisos.

Por parte de la empresa se recordó ayer que esta protección es solo del plan general de urbanismo y que no hay ninguna figura de protección ambiental en la zona. La promotora del proyecto volverá a pedir la modificación del plan general una vez que se obtengan los permisos de investigación y "se solicite de nuevo" a la Junta la concesión de la explotación de los recursos mineros.