Infinity Lithium, principal socio de la compañía que promueve el proyecto de la mina de litio en Cáceres, anunció ayer que ha completado la venta de sus activos en Gabón para centrarse en el proyecto de la mina de litio de Cáceres. La empresa australiana volvió a insistir ayer en su interés en esta iniciativa, cuya ejecución está pendiente de la decisión que finalmente adopte la Junta de Extremadura sobre los permisos de investigación que tiene solicitados Tecnología Extremeña del Litio, la compañía formada por Infinity y por la española Valoriza Minería.

Desde Infinity se anunció ayer que la empresa ha ejecutado el acuerdo vinculante para la venta de los activos de potasa que poseía en Gabón, lo que «eliminará los costes asociados con la paralización de las operaciones, así como los costes de mantenimiento de los activos», según detalló ayer la empresa en un comunicado.

El anuncio de que se había firmado un acuerdo vinculante de venta ya se adelantó el pasado mes de febrero en la información que se proporciona a la bolsa de de Sídney sobre las operaciones que realiza la compañía. Antes, cuando la empresa se implicó más en el proyecto de Cáceres, ya se había anticipado las intenciones de la compañía de desprenderse de sus activos en Gabón.

Con la confirmación ayer de que se había desprendido de estos activos, la compañía australiana se centra ahora en «optimizar sus actividades en el proyecto industrial minero» de Valdeflores en Cáceres. Con la desinversión en Gabón, la empresa australiana considera que ofrece «una mayor claridad para una potencial inversión estratégica -en Cáceres- alienada con el desarrollo de la cadena de suministro de las baterías de iones de litio en la Unión Europea», se añade en el comunicado.

La nota que difundió ayer la empresa recoge unas declaraciones de su consejero delegado, Ryan Parkin, que explica que la compañía está ahora «completamente enfocada en el desarrollo de Valdeflores con la venta del proyecto de potasa, que completa nuestra desinversión estratégica en activos no básicos».

El consejero de la empresa australiana insiste en sus declaraciones en que Infinity «sigue en una buena posición para atraer el apoyo europeo a través de inversiones estratégicas». La empresa insistió ayer en que sus intereses están «alineados con las ambiciones europeas de desarrollar una cadena integrada de suministro de baterías de iones de litio».

Uno de los principales argumentos repetidos por la compañía para defender su proyecto lo reiteró ayer Parkin al insistir en que el «hidróxido de litio -que se produciría en la planta proyectada junto a la mina- sigue siendo un componente esencial requerido para apoyar el creciente mercado de vehículos de la UE».

SUMINISTRO

El consejero delegado añadió otro de los argumentos reiterados en las últimas semanas por la compañía al asegurar que la Unión Europea «se está centrando en la localización del suministro de litio para limitar la exposición a los fabricantes chinos». También ha hablado de esto su director ejecutivo, Vincent Ledoux, a través de twitter, el pasado 10 de marzo se hizo eco de una información de Financial Times sobre la diversificación del suministro de hidróxido de litio por la dependencia que se tiene de China, principal productor.

El proyecto de la mina está sobre la mesa de la Consejería de Transición Ecológica, que tiene las competencias en Minas en la comunidad autonómica. Tiene que decidir aún sobre los dos permisos de investigación que ha solicitado Tecnología Extremeña del Litio. Y también tiene que resolver si finalmente declara la sierra de la Mosca como paisaje protegido y atiende a la solicitud hecha por colectivos cacereños. Si la sierra, donde está la Montaña y Valdeflores, se protege con su declaración como paisaje protegido se terminaría de invalidar el proyecto de extracción minera en la Montaña.