Los hosteleros que quieran instalar veladores o terrazas en algunas de las vías que recoge el informe (Gallegos, Hornos, San Juan, Sergio Sánchez y Pizarro) tendrán que esperar. El informe, en consonancia con lo que opinan una gran mayoría de vecinos (incluidas diferentes asociaciones, que se han manifestado en su contra en multitud de ocasiones) dice con rotundidad que «no aceptará la instalación de terrazas o veladores». Es decir, el cambio iría enfocado a los peatones y no tanto a que los hosteleros explotaran esta posibilidad. Aunque la polémica viene de lejos.

Ya en junio del 2012, el ayuntamiento de Cáceres decidió estudiar la posibilidad de permitir a los comercios de dicha zona la instalación de terrazas y veladores. El concejal Valentín Pacheco indicó que la decisión se tomaría en base a unos informes técnicos y anunció que, si éstos fueran favorables, la cuestión se reduciría «a una decisión política».

Precisamente, fueron estos informes (elaborados por la policía local y por técnicos especializados) los que propiciaron que solo un mes después, en julio del 2012, la comisión de Seguridad Ciudadana del consistorio rechazara la propuesta. El informe, según publicaron diversos medios, desaconsejaba esta instalación al no garantizar los veladores «la seguridad integral de los usuarios». Los redactores del informe tuvieron en cuenta, de la misma manera, las condiciones de tráfico rodado, la seguridad al tráfico peatonal o la velocidad y los espacios.

Y, hace tan solo unos meses, la polémica vivió un nuevo capítulo. «¿Por qué el cabecilla de los vecinos tiene veladores en su bar y nosotros no podemos?», escribieron los hosteleros a través de las redes sociales, idea que refrendaron en conversaciones con este periódico.

La respuesta de los vecinos no se hizo esperar. «Si uno tiene un tipo de bar tiene que cumplir la ley. Y en Pizarro, con la ley en la mano, no se pueden poner terrazas porque tienen que pasar coches y porque tienen que dejar paso a los vehículos de emergencia», aseguró Pedro Rosado, portavoz vecinal, también a este periódico.

Y es que la calle casi al completo se vio inmersa en una gran polémica por los botellones en la calle, que generaban gran cantidad de basura y mucho ruido, algo que molestaba a los vecinos. La solución que idearon algunos, la de poner veladores y terrazas, vive ahora una nueva negativa, lo que tranquiliza a los propios vecinos. Los hosteleros que quieran hacerlo tendrán que esperar, por tanto, una nueva oportunidad en tiempos venideros. J. Ignacio Martínez