El sonido de los timbales unió a Juanma, Carlos, Chewi, Guadalupe y Tania. Acaban de conocerse en las escalinatas del Arco de la Estrella y juegan a crear sus propias canciones. "Es lo que tiene Womad. El ambiente te incita a conocer a gente porque hay muy buen rollo", decían mientras tocaban. Más tranquilo estaba John Birdsall, un inglés ya jubilado que acaba de llegar a Cáceres para empaparse de la música de Womad. Es un incondicional del festival en Inglaterra, pero es la primera vez que viene a Cáceres: "Es un lugar maravilloso y la música, espectacular", decía en castellano (lo habla desde hace años). Cerca de él, en las escalinatas del ayuntamiento, comenzaban la fiesta Dani, Feli, Miguel Angel, Juanfran, José Miguel y Gambo, todos de Torreorgaz. "Sin duda Womad es la mejor fiesta de Extremadura", aseguraban. Hoy la luz y el color que ha inundado la plaza Mayor y el resto de la ciudad monumental estos días irá apagándose. Habrá que esperar un año para que esa luz vuelva a las calles pero merecerá la pena: "Larga vida al Womad", gritaban ayer los jóvenes de Torreorgaz.