El movimiento vecinal está preocupado por las grandes infraestructuras de Cáceres, que llevan años sin avanzar. Se trata de dotaciones básicas y prioritarias que sin embargo se le niegan a los cacereños por unas u otras circunstancias. Se refieren a un hospital en condiciones, a un abastecimiento de agua asegurado y a un tren digno. Pero también a infraestructuras locales que nunca acaban de resolverse como la mejora de la Escuela de Idiomas o el Conservatorio. Así lo afirma la nueva directiva de la Agrupación de Asociaciones de Vecinos de Cáceres, que representa a 21 barriadas y que hace un repaso de las principales necesidades de la ciudad: más seguridad vial, mejor iluminación en las calles, control de botellones y ajustes en el autobús urbano, entre otras.

«Faltan infraestructuras muy importantes, estamos preocupados por el parón de estos proyectos que son básicos », explica José Alberto Iglesias, presidente del colectivo. «Cáceres parece la ciudad de nunca jamás, como vecinos necesitamos que estos asuntos se vayan solucionando», afirma Pedro del Carpio, vocal.

Temas como el de Portaje les inquietan. «Llevamos años esperando que se solucione el trasvase, parece que el problema está en la forma en que las tuberías deben atravesar los puentes del Tajo y el Almonte, pero nadie da una respuesta, las obras están paradas y los conductos por los campos», lamentan. Mientras aguante el trasvase del Almonte el mal será menor, «el problema vendrá si sigue sin llover», matizan.

Cáceres también depende de un ferrocarril decimonónico que sufre averías continuas y que deja a los pasajeros tirados en los andenes y en los campos. Por ello, la agrupación vecinal se une a las acciones de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Extremadura (CAVEx), que el 18 de noviembre fletará autobuses para la manifestación en Madrid.

Pero quizás, por encima de todo, el movimiento vecinal se encuentra preocupado por la demora en las obras del nuevo hospital de Cáceres y por el hecho de que se abra por fases. El SES anunció el 25 de octubre que la obra de la primera fase estará lista en 2018 y que se materializará con la apertura del Servicio de Radioterapia y el traslado de servicios quirúrgicos como Cirugía Plástica, Oftalmología y algunas salas de Otorrino y Traumatología. «Nos hemos reunido con el gerente del área de Salud de Cáceres y estamos pendientes de que nos reciba el gerente del SES, porque necesitamos saber qué está pasando realmente con el nuevo hospital», indica el presidente vecinal.

«En realidad no entendemos que se ponga en marcha solo una parte porque, si falta dotación presupuestaria de cara a las siguientes fases, se van a crear serios problemas para los pacientes, que tendrían un hospital dividido con traslados de enfermos de un recinto al otro», afirma Pedro del Carpio. Los vecinos creen que los cacereños no tienen los recursos sanitarios que merecen, y ponen como ejemplo las sucesivas averías en Radioterapia, que han obligado a trasladar pacientes en situación delicada a Mérida, Plasencia y Badajoz.

Tampoco acaba de materializarse la ampliación de la Escuela de Idiomas con el traslado del CPR a la Universidad Laboral, ni la mudanza del Conservatorio al mismo recinto, «ni un uso para el palacio de Godoy, que se deteriora», lamenta Pedro del Carpio. Existen otras cuestiones a mejorar en el día a día: «Hemos pedido la reapertura de la mesa del autobús urbano porque tenemos propuestas de Ceres Golf, Junquillo, Gredos, Valdesalor o Macondo, entre otros barrios», matizan.

Además, la agrupación vecinal está abordando sus propuestas en distintas áreas con los concejales correspondientes. Hace unos días comunicó las de tráfico y seguridad ciudadana. «Uno de los problemas más graves es el deterioro de los pasos de peatones, muchos están ya faltos de pintura», alertan los vecinos. «A ello se une la falta de iluminación con las nuevas luces de led, que quitan visibilidad a peatones y vehículos», advierten. Respecto a la seguridad, también critican la proliferación de botellones en Vía de la Plata, Castellanos-Macondo o El Junquillo. A veces se celebran en las zonas infantiles y dejan restos de cristales y orines.

Además, la agrupación ya ha dado a conocer sus propuestas para los llamados Presupuestos Participativos, incluidos en las cuentas anuales con las peticiones de los colectivos ciudadanos. Solicita espacios para las asociaciones que no tienen ningún lugar para reunirse (Junquillo, Cáceres el Viejo…), dotar de un parque de mayores a Cánovas, y recuperar las tradiciones como la Feria de San Miguel, el esplendor de los Carnavales y la romería de la Montaña, «que podría celebrarse en Valdesalor, debidamente arreglado».

Por último, la agrupación ha decidido unirse a la plataforma Salvemos la Montaña, y deja sus puertas abiertas a una fusión con la Federación Vecinal de Cáceres, que engloba a cinco barrios.