La exposición lleva por título Existencia coaxial y no solo el nombre sorprende al profano, más aún el contenido arriesgado, atrevido, seguramente insólito que inunda la propuesta de Víktor, con k, Ferrando (5-10-1968), un escultor valenciano que ayer pasó por la parte antigua para asistir a la inauguración de su muestra en el Museo de Cáceres, acto que presidió la directora general de Patrimonio, Esperanza Díaz, y al que no faltaron numerosos representantes del mundo cultural de la ciudad.

Ferrando, escultor autodidacta, es un autor muy joven en el campo creativo si se tiene en cuenta que su carrera artística se inicia en 2003. Fue herrero, profesor de artes marciales..., hasta que un día descubrió la escultura, un arte del que hizo profesión. Tanto es así que ha sido seleccionado para representar a España en 2008 en la prestigiosa triennale de Praga y ha realizado exposiciones y homenajes para diferentes personalidades como los directores de cine Jean Jaques Annaud y Guillermo del Toro.

Pero desde ayer y hasta el 15 de febrero, un trozo, un trozo grande más bien, de Víktor Ferrando está en Cáceres. La comisaria de su exposición, la portuguesa Guida María Loureiro, no podía ocultar su emoción al referirse a la calidad de la obra del artista, cuyo periplo cacereño se resume en cinco instalaciones que, sin duda, sorprenderán al visitante y que, en ocasiones, le recordarán a Chillida en la obra y a Wolf Vostell en la recreación multimedia de la misma.

DEL MAR A LAS VELETAS Existencia coaxial , que da título a la muestra, recibe al visitante en la misma plaza de las Veletas. Con 8 toneladas, está hecha íntegramente con material ferroviario (nada menos que más de 150 metros de raíles, 350 tirafondos que sujetaban las antiguas traviesas y más de 40 intersecciones para la conexión de los raíles). Estuvo en Calpe (Alicante) dentro del mar y causó sensación.

Le sigue Cosmos escorpia . La obra es un homenaje al director Stantley Kubrick. Mide más de tres metros y en ella Ferrando se mete en la piel del cineasta neoyorkino, y lo hace a través de cables de acero que sujetan una sugerente forma abstracta.

Isomne malicia (inspirada en la película Alien ) es otra sorpresa, igual que El violinista tóxico , con vida propia porque en ella una criatura mecánica aparece con sus largos tentáculos manipulando maliciosamente un violín.

Y para terminar, Cosmos Gaudí , todo un homenaje a los arquitectos cubistas de la república checa. El propio autor define en ella su estilo como "modernismo triangular, que parte del concepto de utilizar la arquitectura corporal de Nicole Kidman como estructura neurálgica para la concepción" de esta obra. La creación, de más de dos metros de altura, incluye incluso pantallas en las que se visualiza un video con la historia del Museo de Cáceres. "Esta exposición es una melodía", dice Guida María. No le falta razón.