El Instituto de Consumo de Extremadura, Incoex, estudia el caso del móvil al que le estalló la batería a finales del pasado mes de enero. Éste es el primer incidente de estas características del que recibe noticia la administración extremeña. El pasado 29 de enero, el cacereño Javier López Ramos registró un escrito para la Dirección General de Consumo donde daba cuenta de la explosión de la batería de su teléfono Samsung Galaxy Grand Neo a la una de la madrugada de finales del pasado mes. El teléfono estalló y la batería cayó en el parqué del salón de su casa, quemándolo.

Según la gerente del Incoex, Leonor Martínez, el caso «se encuentra en fase de diligencias previas por parte de la sección de Inspección de Consumo de la Unidad de Cáceres, para averiguar si los hechos son motivo de sanción y sobre quien o quienes recaería la misma». En estos momentos, el caso de Javier López está en «la fase previa a la del expediente sancionador, que puede acabar archivándose o por el contrario trasladándose a la asesoría jurídica para iniciar procredimiento sancionador», explica la gente del Incoex. Estas diligencias previas implican la «visita del técnico inspector de consumo al establecimiento, se levanta acta, se solicita documentación y se valora si se solicita más información, informes técnicos y/o alguna prueba de laboratorio», añade Leonor Martínez. De momento, la empresa Samsung no ha hecho declaraciones.