La Policía Local le siguió ayer la pista a un presunto ladrón que emprendió la huída de una tienda del centro dejando un reguero de sangre tras sí, cogió un taxi y se refugió finalmente en alguno de los inmuebles del Bloque C de la calle Ródano, donde los agentes mantuvieron la vigilancia para intentar detenerle.

Los hechos ocurrieron a media tarde en la calle Ciriaco Benavente. El individuo, alto y rapado, con gafas de sol, forzó la persiana metálica de una frutería y fracturó un cristal para acceder al interior. Un vecino se percató de lo que ocurría y avisó a la jefatura, pero el sujeto emprendió la huida y se montó en un taxi antes de que llegasen los agentes, aunque iba herido y dejó un reguero de sangre visible en el suelo. La Policía Local consiguió el número de placa del vehículo y se informó de su destino, pero cuando la patrulla llegó al Bloque C, el individuo ya se encontraba en el interior.

La Policía Nacional se hizo cargo de las huellas y de las diligencias oportunas, mientras la Policía Local permaneció junto al edificio a la espera de que intentara huir para arrestarle.