El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sitúo ayer a Cáceres entre las ciudades "más seguras" del país durante la inauguración oficial de la nueva comisaría provincial de la Policía Nacional en Nuevo Cáceres. En una jornada marcada por la lluvia, que obligó a trasladar precipitadamente el lugar del acto --que había comenzado poco antes de las 17.30 horas en el exterior de las dependencias en la calle Juan Solano-- al interior del edificio, el alto cargo del Gobierno alabó en su intervención la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por hacer de la capital cacereña "una ciudad donde vale la pena vivir".

Aunque la nueva sede de la Policía Nacional lleva funcionando ya un año en su nueva ubicación, el ministro se desplazó expresamente a Cáceres, tras visitar la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil en Mérida, para conocer in situ las instalaciones en las que se invirtieron, tras la cesión de una parcela municipal, 8,5 millones de euros en una superficie de 7.000 metros cuadrados. Fernández Díaz, que tuvo palabras de elogio para la capital por su condición de Patrimonio de la Humanidad, apuntó que la comisaría supone "un motivo de orgullo para el Ministerio del Interior" por la inversión y "el esfuerzo presupuestario" que se realizó en la anterior legislatura.

Sin embargo, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), que protestó con una decena de manifestantes en el exterior de la comisaría, criticó que, un año después, siga teniendo "problemas de goteras" y calificó de "derroche" el despliegue policial con efectivos de distintas unidades "de Badajoz y Sevilla" para la inauguración. Fernando Cabanillas, secretario general del SUP en Extremadura, apuntó que "no procedía, un año después de la apertura, una inauguración con tanta parafernalia".

EN DATOS En su discurso, Fernández Díaz agradeció la colaboración del ayuntamiento para que se hubiera podido levantar la comisaría en suelo municipal y recordó que el nuevo inmueble da servicio a 130.000 ciudadanos. "Es una excelente in--