El parque de Calvo Sotelo fue el lugar elegido ayer por Intermón Oxfam en Cáceres para celebrar su Día para la Esperanza 2008. Con esta actividad, la oenegé da a conocer su labor en las 46 ciudades españolas en las que tiene presencia al tiempo que recuerda a los ciudadanos la necesidad de implicarse en la ayuda a los países más desfavorecidos.

La concejala de Participación Ciudadana, Carmen Lillo, leyó un manifiesto en el que se recordaba que, tras desastres como las inundaciones de Mozambique, muchas familias no ven salida a su situación y oenegés como Intermón intentan mostrársela. El manifiesto también hizo hincapié en la necesidad de pedir a la comunidad internacional que proteja a las personas que se ven atrapadas en guerras o desastres naturales.

Precisamente para resaltar que la acción humanitaria también implica denuncia e incidencia política, los voluntarios de la oenegé recogieron en uno de los puestos denuncias de los ciudadanos para hacerlas llegar a las autoridades. En otros puestos se daban a conocer las actividades de la organización, se ofrecían productos de comercio justo y se animaba a los cacereños a colaborar, bien con un donativo puntual o haciéndose socios de la organización.