Hace dos años, Sergio Can cambió su administración de loterías en Málaga por una en Cáceres, la número 10, ubicada en la avenida de París. "La diferencia es que ahora es el cliente el que elige y entra en el juego lo que él sea capaz de pronosticar, y antes se llevaba un boleto con el número ya fijado", explica. "Loterías y Apuestas del Estado tiene su propia página web y, por su formato, favorece a las grandes administraciones, ya que cuando te registras tienes que inscribirte en una y la gente suele tirar por las más conocidas", reflexiona. Por último, cuenta una anécdota de sus más de 40 años como lotero. "Una vez, tuve que salir de la tienda persiguiendo a un hombre que no se creía que la había tocado el gordo".