Tres establecimientos comerciales, dos bazares y un puesto ambulante han sido denunciados en la capital cacereña por la venta de productos pirotécnicos sin las correspondientes autorizaciones. En ellos han sido intervenidos hasta 24.000 petardos, incluidos los llamados ‘truenos de impacto’ que pueden provocar serias consecuencias si son manipulados por menores. Se trata del balance de las operaciones realizadas por la Guardia Civil con motivo de la venta ilegal de este tipo de artículos, que se dispara, nunca mejor dicho, durante las Navidades.

En concreto, efectivos de la Guardia Civil pertenecientes a la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de Cáceres han realizado diversas inspecciones durante los últimos días en bazares y puestos ambulantes de la capital cacereña, dado el incremento de las compras y del uso en vías públicas que se produce en las fechas actuales. «El objeto de las inspecciones no es otro que la vigilancia en la dispensación de este tipo de productos, para que sean vendidos con todas las garantías en establecimientos autorizados y que cumplan las normas de venta y depósito, a fin de evitar y prevenir que estén alcance de cualquier persona», explica la Comandancia de Cáceres en un comunicado.

De hecho, las ventas ilegales se multiplican cada año por Navidad, y con ellas los riesgos. Son productos sin garantía de seguridad que se almacenan y se venden sin ningún cuidado. «Nosotros hemos tardado dos años en abrir la tienda de Cáceres y tres años la de Mérida por la cantidad de trámites que hay que cumplir. Tenemos inspecciones de la Subdelegación del Gobierno, de Industria y de la Guardia Civil, condiciones especiales de almacenamiento y costosos sistemas contraincendios, que por ejemplo tenemos que actualizar antes del año 2020 y que nos costarán entre 12.000 y 14.000 euros», explica José Tejada, propietario de la empresa familiar El paraíso de la pirotecnia, único establecimiento autorizado en la capital cacereña, que lleva nueve años en funcionamiento.

José afirma que en Navidad se realizan el 90% de las ventas de todo el año, y por eso precisamente extrema las precauciones contratando incluso seguridad privada. «Pagamos seguros que nos cuestan unos 1.400 euros al año tanto de explosivos como los habituales. Ahora tenemos que montar un nuevo sistema de alarma en Mérida, son exigencias continuas, por eso nos hace mucho daño la venta ilegal», afirma el empresario, agradecido por la labor de la Guardia Civil.

Además, José Tejeda recuerda que en las tiendas profesionales se dividen los artículos por edades mínimas para la compra (12, 16 o 18 años), de modo que continuamente se pide el DNI y los menores deben acudir con un tutor si quieren adquirir estos producto, «algo que no ocurre en los establecimientos ilegales. No es lógico que en un quiosco te estén vendiendo golosinas al lado de los petardos», lamenta.

QUEJAS DE NATURA 2000 / Con respecto a estos productos, la Asociación Natura 2000 solicitó ayer al Ayuntamiento de Cáceres que informe a la ciudadanía de que el uso de petardos y fuegos artificiales «está prohibido en la ciudad, tal y como recoge la ordenanza». El colectivo afirma que en las fechas actuales se produce un uso indiscriminado, «la gran mayoría por menores y comprados en establecimientos sin control». «Muchos propietarios de perros se han quejado porque sus animales sufren un estrés brutal, tiritando y pasando un auténtico calvario», lamenta la asociación, que también pide al Gobierno local que habilite más zonas valladas y controladas para soltar a estos animales, a semejanza de Mejostilla, por ejemplo «frente al cementerio, en la calle Campofrío y en Nuevo Cáceres».