Facilitar la visita al turista, su movilidad por el casco antiguo, la llegada a los principales enclaves para localizar los monumentos o el regreso a los parkings. Esos son los objetivos fundamentales de la nueva señalética peatonal que incorporará en breves días la parte antigua, similar a la que ya existe en diversas urbes europeas pero todavía con poca presencia en las ciudades españolas con patrimonio histórico. El proyecto, acometido por el ayuntamiento a través del Plan E, viene a completar la señalización de la zona intramuros, que se ha ido transformando a lo largo de la última década con rótulos en piezas cerámicas para las calles o de metacrilato para cada monumento, y paneles panorámicos con fotos y planos, todo ello a través de un concepto más práctico y respetuoso con el entorno.

Solo falta la instalación de señales que sitúen a los turistas en los principales enclaves (Santa María, San Mateo...), y que les guíen hacia otros puntos estratégicos para organizar así sus rutas a través de los palacios y templos del Cáceres histórico. Es la asignatura pendiente que viene a cubrir el nuevo proyecto, gestionado por la Concejalía de Innovación y e-Gobierno, y adjudicado a la empresa Hega Cuatro por 30.000 euros. Se trata de señales peatonales de 2,40 metros con poste e indicadores diseñados en marrón oscuro y beige, acordes con los colores del entorno, "y ajustados a los estándares marcados desde las instancias internacionales Icomos/Sefarad para una integración respetuosa y armónica", explica el edil Víctor Santiago Tabares.

El proyecto incluye la instalación de nueve señales principales y otras mejoras. Estarán en los espacios estratégicos de la Ciudad Monumental, aquéllos que sitúan rápidamente al turista en su emplazamiento: Judería Nueva (en concreto en Alzapiernas), plaza Mayor (junto a la oficina de turismo), Arco de la Estrella, Santa María, San Jorge, Arco del Cristo, Plazuela del Socorro, San Mateo y Puerta de Mérida.

ESPACIOS DISCRETOS Las ubicaciones se han estudiado al detalle, escogiendo espacios discretos que no suponen impacto visual u obstáculo para el tránsito, pero que a la vez son fácilmente visibles. Además, se trata de un sistema sencillo, sin sobrecargas (el elemento más complejo incluye seis indicadores). "A veces los cascos históricos tienen demasiada señalización que acaba provocando ruido en torno a la imagen de la ciudad. Huimos de ello", precisa el edil. Cada señal indicará en su parte superior el punto en el que está emplazada, y debajo los enclaves próximos con finas láminas metálicas orientadas hacia sus direcciones (Santiago, Ribera del Marco, Judería Vieja, zona comercial...). Siempre facilitarán la distancia a los parkings (Galarza o Valhondo), principales focos de llegada y salida de visitantes.

El diseño de los elementos permite asimilar la información de un vistazo. Además, están realizados en materiales resistentes a las inclemencias y permiten un sencillo montaje y desmontaje, así como una rápida ampliación si fuese necesaria. La concejalía también ha cuidado las soluciones de anclaje para minimizar los efectos sobre el pavimento.

El proyecto final ha permitido introducir mejoras extras. Por ejemplo, una señal en el callejón de Don Alvaro que orientará hacia la judería nueva; otra en Caldereros que dirigirá hacia el museo; y una tercera en el barrio de San Antonio que indicará la judería vieja. También se renovarán elementos deteriorados.

"Es una inversión pequeña frente al beneficio que genera, puesto que reforzará la promoción de nuestros recursos culturales e histórico-artísticos y complementará el Sistema Tecnológico Integral de Gestión del Turismo, un modelo revolucionario ya en proceso de adjudicación", subraya Víctor Santiago Tabares.