La vivienda de protección oficial de Julia Nacarino y Angel Barrado, ubicada en el bloque 2 de la calle río Rodano, se encuentra inhabitable por una inundación de aguas residuales tras una supuesta negligencia de bomberos y operarios denunciada por ambos.

Según relataron ayer los afectados, el pasado jueves, en torno a las 13.00 horas, descubrieron un charco de agua en el suelo procedente de una grieta en el techo de su cocina y avisaron a la policía, a los bomberos y a la empresa que gestiona el suministro de agua. En un primer momento los operarios hicieron un pequeño agujero para canalizar el agua, pero horas más tarde se agrandó, así que de nuevo acudieron los bomberos y tiraron parte del techo para solucionar la avería. Finalmente, a las 17.00 horas, desalojaron al matrimonio junto a sus tres hijas menores y desde entonces duermen en el albergue del edificio Valhondo.

El relato de los hechos continúa el viernes, cuando acudieron a la vivienda un técnico de la Junta y un fontanero, quienes canalizaron el agua desde donde estaba cayendo hasta el fregadero, que también se atascó. "Al día siguiente, como no habían cortado el agua, mi casa estaba entera inundada de heces fecales, escombros, cristales de botellas...", describió Nacarino, y prosiguió: "Después de cuatro días fueron a cortar el agua, y mientras la empresa y la Junta decían que no podían hemos perdido la casa".

La perjudicada informó que la concejala de Asuntos Sociales, Marisa Caldera, acudió para tomar fotografías del incidente y le puso en contacto con una asistenta social del Instituto Municipal de Asuntos Sociales para acceder a una renta básica con carácter urgente. Por otra parte, Nacarino aseguró haber mantenido una conversación con un responsable directo del IMAS que le comunicó la imposibilidad de acceder a una nueva vivienda. Por ello, la pareja se mostró indignada porque el día 16 tendrán que dejar el albergue y hasta el momento, apuntan, "nadie se ha responsabilizado de lo ocurrido".