La negligencia del responsable de una finca se apunta como posible origen del importante incendio que el pasado 30 de junio asoló Los Llanos de Cáceres.

Al parecer, el fuego pudo originarlo una chispa provocada por la soldadura que el presunto autor realizaba en un cerramiento. De ser así, este hecho podría ser constitutivo de un delito de incendio forestal por imprudencia grave, y por este motivo la Guardia Civil ha remitido el caso a los juzgados.

Tras el incendio, la Benemérita inició la correspondiente investigación, y tras tomar declaración a unos 30 afectados, testigos y al presunto responsable del fuego, ha remitido el expediente a la autoridad judicial. "Ante la magnitud de este incendio, y el hecho de existir un posible responsable, ha de ser el juez el que determine", señalaron a EL PERIODICO fuentes cercanas a la investigación del siniestro.

Es el Juzgado número 6 de Cáceres el que instruye este caso, el que habrá de determinar si el incendio tuvo su origen en la acción negligente de una persona, que aunque no ha sido detenida, el juez sí le ha tomado declaración en calidad de imputado.

Así lo confirmaron a este diario responsables de la investigación, quienes señalaron que, de determinarse que el origen del incendio estuvo en la acción realizada por esta persona, ésta será culpable de un delito. Aunque no existió intencionalidad, sería culpable, y así lo prevé el Código Penal, de un delito de incendio forestal por imprudencia temeraria grave, y como tal responsable tanto penal como civilmente. Se enfrentaría a la pena de prisión y al pago de las indemnizaciones que el juez determinase.

REACCION SINDICAL Por otro lado, una comisión de afectados ha mantenido contactos con el sindicato agrario Asaja para determinar la valoración económica de las fincas quemadas, una cuestión en la que la Junta y los propietarios no coinciden. Según el Gobierno regional, el fuego asoló 4.370 hectáreas de Los Llanos, mientras que para los afectados la superficie quemada superó las 6.000.

En este sentido, Julián Monforte, responsable del área de Ganadería de Asaja Cáceres, indicó que cada hectárea de pasto quemado oscila entre los 30 y los 35 euros, a lo que hay que sumar los gastos extra que tendrán que soportar los afectados por la compra de pienso como suplemento de alimentación y reponer otros daños.

A pesar de ello, Monforte dejó claro que la estimación varía en función de cada finca, y añadió que no existen seguros agrarios para superficies de pastos, aunque sí en el caso de que se produzcan en instalaciones.

Mientras tanto, los propietarios siguen dispuestos a reclamar ante la Junta ayudas para paliar las consecuencias del incendio. Las labores de enlace con la administración serán encargadas a los responsables de la Fundación Valhondo Calaff, que tiene varias fincas afectadas.