A Alberto Morales, un ingeniero de Telecomunicaciones ya jubilado, siempre le gustó la música clásica. Aunque nació en Bilbao, se formó en Argentina y vivió luego en Madrid para instalarse hace unos años en Cáceres, no ha olvidado la imagen de su padre, sastre, escuchando en la radio a Beethoven, Chopin o Mozart mientras trabajaba en casa. "Había dos opciones: o que la odiara o que me gustara. Y ocurrió lo segundo", asegura.

De esa pasión por aquellas composiciones ha nacido el libro titulado Los irrepetibles , que dedica a músicos del Romanticismo que hicieron historia. "No soy ningún musicólogo. Si acaso, un gran aficionado", precisa el autor, que ofrece una aproximación a las vidas de los románticos. Con tres libros ya publicados (Historias casi ficticias , Oscar Wilde y Sophie Willard y Las Cartas ), Morales incluye también en el paquete a tres compositores que considera fundamentales: Bach, Mozart y Beethoven. El autor precisa que eligió a los románticos "por que, además de ser artistas, tienen una personalidad singular" y subraya que se tomaron la vida "con extrema vehemencia, en lo bueno y lo malo".

Y es que los románticos, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, añade, "intentaron imponer después del Clasicismo que el arte fuese más humano y que impactara más en el espectador". A lo largo de sus páginas, describe cómo "los altibajos" de los artistas repercutieron en su obra. "Lo que es bueno les produce euforia; lo que es malo, depresión. Pasan de un estado a otro con mucha rapidez. Se debe a esa forma que tienen de conectar con la vida", dice.

Preguntado por si se identifica con estos creadores tras la publicación del libro, reconoce que "conecta más con la música romántica", aunque afirma que también está cerca de los impresionistas como Ravel. Morales, que lleva más de 60 años escuchando a los clásicos, define el libro "como una guía" y deja claro que no se trata de un volumen de biografías. "Tiene un poco de todo. Hay reseñas breves y doy impresiones. Me he interesado por los autores. La personalidad del artista tiene mucha relación con lo que hace. Ayuda a comprender mejor su obra", indica.

Morales plantea que la música se inventó antes que el lenguaje humano. "Muchos compositores se han basado en sonidos de la naturaleza", precisa. En el preámbulo afirma que "las dos formas más universales de conexión entre los seres humanos son la risa y la música".

De las figuras que ha estudiado recuerda que Chopin fue un hombre muy comprometido en política. De Beethoven, que tuvo una infancia dura y que padeció sordera desde joven. "Era hermético, de carácter difícil y poco diplomático".

A Mozart, por sus cualidades de superdotado y por que su padre "le explotó todo lo que pudo", llevándolo por las cortes europeas, al contrario de Mendelssohn, que creció feliz hasta perder una hermana. Todos, irrepetibles y románticos.