Este arquitecto, urbanista y político brasileño fue el artífice de la transformación de su ciudad natal, Curitiva. Pequeñas intervenciones en distintas zonas de la ciudad la han convertido en un modelo de urbanismo y sostenibilidad. Cáceres busca seguir sus pasos.

--¿Qué es una ciudad creativa?

--Aquella que tiene un sueño, una causa compartida, con gente que entiende que hay una idea que compartir y que es deseable por todos y todos van a ayudar a que suceda. Es aquella en la que la gente es consciente de que ese sueño es fundamental para la ciudad, y hay un compromiso conjunto para mejorar la calidad de vida y la sostenibilidad.

--¿Cómo se implica a la gente?

--Con mucha comunicación, haciendo entender, proponiendo, buscando las respuestas, corrigiendo... para al final alcanzar un proyecto que todos entiendan como el de todos.

--Hábleme Curitiva ¿Qué herramientas permitieron el cambio?

--La voluntad política, la solidaridad y una visión estratégica para saber transformar cada problema en una ecuación de corresponsabilidad. Hay que dejar de pensar que solo el poder público es quien tiene que dar respuestas. Todos pueden transformar el problema en una solución.

--¿La situación económica una oportunidad ante el reto creativo?

--Creo que cualquier ciudad en el mundo puede hacer un cambio significativo en menos de tres años. No importa la escala de la ciudad ni las condiciones financieras, es cuestión corresponsabilidad.

--¿Y las posibilidades de Cáceres?

--Son fantásticas. La historia es como una honda que cuanto más se tira más lejos llega. Hay que hacer de esa historia un futuro y de manera en que la ciudad asuma su narrativa de manera creativa, no solo para turistas sino para su propia gente. Resolver los problemas en la ciudad y hacer de esa historia un proyecto de futuro es un cambio que va a involucrar a todos y que puede hacer de Cáceres la primera ciudad de España sostenible. Cualquier ciudad puede hacer vanguardia cuando no se queda parada.