No quieren que el tiempo siga pasando mientras conviven en sus barrios con árboles que atascan los imbornales, ensucian las calles, suponen un peligro de caída de ramas y además provocan alergias. Los vecinos han decidido iniciar una cruzada contra los plátanos de sombra (Platanus Hybrida), una especie que tiene más de 4.000 ejemplares en Cáceres y que lleva años generando quejas en zonas como La Madrila o R-66. Su porte protege del sol amplias zonas del casco urbano, pero sus molestias son aún más alargadas....

El veterano dirigente vecinal Miguel Salazar, presidente de La Madrila y portavoz de la Federación Vecinal Ciudad de Cáceres, que aglutina a varias barriadas, lleva años solicitando «la sustitución de estos árboles a los distintos concejales y técnicos del área de jardines». Sin ir más lejos, su distrito, La Madrila, convive con los plátanos desde hace décadas. Por ello, cree necesario iniciar una especie de cruzada y reivindicar que de una vez por todas les hagan caso. «En septiembre queremos solicitar una entrevista con el nuevo concejal de Participación Ciudadana y Barrios, David Santos, que en principio nos ha dado buena impresión, parece bastante receptivo, a fin de plantearle este asunto», indica Salazar.

TODOS LOS PROBLEMAS / Los inconvenientes de los plátanos son varios. Su hoja caduca atasca las alcantarillas al avanzar el otoño, pero además sus frutos, parecidos al erizo de los castaños, agravan estos problemas cuando llueve y ruedan hacia los imbornales. A ello hay que añadir la fuerza de las raíces, que levantan los acerados y pavimentos provocando serios destrozos.

Y no queda ahí, «porque alcanzan mucha altura y siempre tememos que se rompan las ramas. Hablamos de árboles broncos, poco flexibles, poco elásticos, poco resistentes, que se quiebran con el viento. Tampoco nos hacen caso con la poda, ponen mil pegas y solo la realizan en el parque infantil, al menos los niños están más protegidos», explica el dirigente vecinal.

Pero no hay forma. «En la plaza de Bruselas han sustituido el pavimento y no han aprovechado la obra para quitar los plátanos, solo han eliminado las raíces superficiales, y de verdad que no lo entendemos», cuestiona Miguel Salazar. «Al final cuesta más dinero arreglar los desperfectos que causan estos árboles, que sustituirlos por otra especie», afirma.

EL EJEMPLO DE PLASENCIA / De hecho, la federación vecinal quiere transmitir al concejal de Barrios la solución que ha adoptado Plasencia, que les parece de lo más oportuna: el ayuntamiento se ha comprometido a retirar de forma progresiva todos los ejemplares de plátanos de sombra, especie culpable del 35% de los casos de alergia y de graves desperfectos en las calles. Serán sustituidos por otras especies.

«Vamos a solicitar a la Concejalía de Barrios que se ocupe de cuestiones sencillas pero que tan importantes son para los ciudadanos de a pie. Estos árboles hacen la vida imposible a muchos vecinos», concluye Salazar.