El artista cacereño recibirá el Premio

Crítica del Flamenco, en un congreso queserá del 8 al 10 de febrero en Cáceres

--Recibirá en Cáceres el premio Crítica del Flamenco, ¿qué significa para usted?

--Contento de que con el paso del tiempo se vaya consolidando el trabajo y el esfuerzo que hemos hecho mi padre y yo. Es una satisfacción poder conseguirlo y sobre todo brindarlo en Cáceres, la ciudad donde vivo.

--Se encuentra en Córdoba estudiando en el Conservatorio Superior, ¿cómo le va?

--Ya estoy en tercero. Además me van saliendo conciertos y doy clases particulares a guitarristas en Córdoba.

--¿Cómo empezó en la música?

--Mi padre también es guitarrista. A raíz de que él tuvo una lesión en la mano se frustró y se volcó en enseñarme a tocar porque él no podía hacerlo. Poco a poco con el esfuerzo y la paciencia consiguió enseñarme.

--¿Cuántos años tenía cuándo cogió la primera guitarra?

--4 años.

--¿Cómo lo recuerda?

--No me gustaba tocar la guitarra. Mi padre se empeñó. Ha sido mi mejor maestro y no me arrepiento; nunca he pensado en dedicarme a otra cosa.

--¿Qué vida le ha dado la música?

--He viajado mucho. Actué por primera vez con 10 años, en Suecia. El único continente en el que no he estado ha sido Oceanía. Me ha dado la oportunidad de conocer diferentes culturas y de madurar de otra forma.

--¿Qué proyectos tiene?

--Algunos conciertos en Extremadura y en Japón.