NACIO EN CACERES (29-12-1946).

ES CARDIOLOGO.

ESTA CASADO. CUATRO HIJOS.

MAYORDOMO DE LA MONTAÑA DESDE HACE 10 AÑOS. DURANTE SU MANDATO Y TRAS DOS VOTACIONES LOS COFRADES NO ACEPTARON LA CARGA FEMENINA AUNQUE EL APOYA QUE LAS MUJERES PORTEN LA TALLA.

Después de 10 años al frente de la cofradía de la Montaña, Jesús María Larrazábal dejará el lunes su cargo. Satisfecho de la labor realizada, asegura que no es machista y que ser mayordomo no es un camino de rosas.

--¿Cómo se encuentra?

--Bien, gracias.

--¿Se va satisfecho?

--Satisfecho y relajado. El santuario da preocupaciones.

--¿Por qué decidió presentarse a mayordomo de la Montaña?

--Fue hace 10 años. Me hice un compromiso con la Virgen, se lo consulté a la Virgen, se lo consulté a la familia... Creía que podía hacer una buena labor porque estaba muy metido en la cofradía, muy metido en mi Cáceres.

--¿Cómo se habla con la Virgen?

--Como si hablara con usted. Voy al santuario, me siento allí y le cuento mis cosas. De vez en cuando callo, guardo silencio... Y es en ese momento en el que te vas conociendo a tí mismo. He leído que nos conocemos poco a nosotros mismos porque no tenemos tiempo para ver cómo somos, creo que nos hace falta un poquito de reflexión.

--¿Y cómo ve la Virgen a Cáceres?

--Es muy difícil explicarlo. Pero creo que la Virgen quiere que imitemos su ejemplo. Ella siempre va a interceder y nos va a ayudar en ser mejores. Cuando me levanto rezo y digo, quiero ser un buen cristiano, aunque fallamos mucho, yo el primero.

--Usted es cardiólogo y trabaja en una unidad coronaria ¿Cómo le ayuda su fe para afrontar su trabajo?

--No se puede separar. Como dice el salmo: la vida del hombre es como un soplo y sus días como una sombra que pasa; y es verdad. La vida no es nada, estamos de paso y para mí el verdadero sentido de la vida es ese, el estar de paso y que estemos arriba, en un sitio distinto y mucho mejor que aquí.

--Ahora se presentan cuatro cacereños al puesto que usted ocupa. ¿Quién quiere que gane?

--(Risas). Tengo preferencias por los dos que han estado trabajando conmigo estos 10 años, Joaquín y José María Floriano. No le voy a decir a cuál voy a votar porque los dos son amigos entrañables. Los otros dos candidatos han sido siempre hermanos de la Virgen y sabemos del amor de estas personas a la Virgen.

--¿Pero qué debe cambiar en la cofradía de la patrona?

--En lo fundamental, que es expandir la devoción de la Virgen, no puede cambiar. Pero hay una cosa que me queda en el tintero y es la espiritualidad y formación cristiana de los hermanos de la cofradía. Ahí hemos fallado. Debemos ser misioneros y evangelizadores, aunque en ese sentido he tenido la suerte de contar con dos obispos excepcionales (el obispo es nuestro pastor) que me han ayudado mucho.

--No podemos terminar sin una pregunta obvia: ¿usted se ha sentido maltratado con la polémica de la carga femenina?

--Ser mayordomo no es un camino de rosas. Si hubiera sido un camino de rosas la Virgen no me lo pagaría bien cuando me muera (risas). Ahora lo digo muy sinceramente: si lo de las mujeres se hubiera planteado de otra forma dentro de la cofradía hoy las mujeres ya estarían cargando. Porque siempre lo digo: me he criado con seis hermanas, tengo dos hijas, nueve cuñadas, he trabajado con muchísimas mujeres y puede preguntar aquí en mi trabajo porque creo que todo el mundo está contento con mi relación con las compañeras. No soy machista. Pero hay unas normas y actuamos de acuerdo a las normas y yo me encontré con unos estatutos. Estoy de acuerdo con que carguen las mujeres, con que tengan un papel destacado e incluso con que sean mayordomas.

--Le deseo suerte. Nos veremos en el camino...

--Por supuesto. Como dice un amigo mío: Ahora eres un cofrade de base . Sí, un cofrade de base: lo que he sido toda la vida.