El ayuntamiento va a hacer a Jesús Usón hijo adoptivo. No sé si habrá alguna otra persona con los mismos méritos. Con más es imposible. Hasta que llegó él nadie había sospechado que fuéramos pioneros por méritos propios en las últimas tecnologías científicas y que todo aquel que desee utilizar las técnicas más modernas ha de pasar por aquí o copiar lo que se hace. Es de agradecer que nuestros ediles recompensen, mínimamente para sus méritos, a una persona de tan gran valía que pone el contrapunto a quienes han obtenido parecidos galardones por pegar patadas a un balón, matar enemigos en una batalla o asesinar animales en una plaza de toros. Esta decisión engrandece a la ciudad y a los ciudadanos. Al prestigio de Usón le añade el ver reconocido su trabajo y mostrar el agradecimiento de una ciudad que sin él sería otra cosa. Y lo más importante es que seguirá dando frutos pues ha tenido la inteligencia y generosidad de poner las bases y desarrollar un proyecto que no se agota en su persona. Al nombrarle hijo adoptivo, el ayuntamiento le pone de ejemplo a nuestros jóvenes que así podrán considerar atractiva una tarea que no sea la de cantantes, futbolistas o vendedores de intimidad.