NACIO EN: CACERES, 1981

TRAYECTORIA: SE INICIO EN LA HOSTELERIA EN EL BAR DE LA FAMILIA CASA PIQUIQUI. JUNTO A SU HERMANO, REGENTA LA FRANQUICIA DE PANS & COMPANY DEL RUTA DE LA PLATA Y EL RESTAURANTE ITALIANO PASTAFIORE

Lo de la hostelería le viene de familia. Comenzó con su abuelo detrás de la barra, como él dice "quitando chapas", en el conocido Casa Piquiqui de Moctezuma, pero ha evolucionado hacia otro estilo empresarial más contemporáneo. De ahí ha surgido Pastafiore (glorieta de Alfonso IX), un nuevo restaurante de comida italiana que funciona como franquicia a medias: el nombre y los proveedores son comunes a la marca, pero la carta y el diseño del local --que se completará con terraza-restaurante al aire libre en breve-- es creación propia.

--¿Por qué un restaurante de comida italiana?

--Porque creo que es lo que le faltaba a la ciudad.

--¿Cuándo empezó en el sector?

--Tenía 18 años y empecé con mi abuelo (en Piquiqui), al principio fregando vasos, luego quitando chapas y después echando cañas.

--¿Y no se cansó de este trabajo, dicen que es muy sacrificado?

--Sí, lo es, pero me gusta. Mis amigos no lo entienden. Para mí es como si fuera un hobby, no me importan los horarios.

--¿Cómo ha sido el salto de Piquiqui a Pastafiore?

--Pasan los años y no te das ni cuenta de que un día estás quitando chapas y al otro montado un restaurante así. Necesitaba hacer algo, montar otra cosa.

--¿El cliente siempre tiene la razón?

--Por supuesto. Pero lo malo es que en la hostelería el cliente piensa que eres su sirviente, no ve que eres un profesional que estás haciendo un trabajo. Te tratan como si fueras inferior.

--¿Qué echa de menos de Casa Piquiqui?

--El barrio y la gente.

--¿Cuál es su plato de pasta favorito?

--Uno de pasta rellena de queso y pera que recomendamos fuera de carta, está deliciosa.