Descubrió que su mundo era la magia con apenas 4 años, cuando un primo le enseñó un truco en el que la sota de copas misteriosamente se daba la vuelta en la baraja. Fue el primer número de cientos que le llevarían a convertirse en un mago de prestigio mundial. Hoy actúa en la Sala Galileo de Madrid, pero antes, Jorge Luengo habló para EL PERIODICO.

--Actúa hoy por cuarta vez en la sala Galileo de Madrid, ¿por qué repite?

--Es una manera de volver a acercarme otra vez a la capital. Me gusta mucho el sitio porque su distribución permite hacer una magia de mesa, más cercana, y una magia de escenario. Fui en noviembre, enero y mayo, y ahora regreso.

--Dedica todo el tiempo a la magia, pero también ha sacado tiempo para estudiar, ¿cuál es su formación?

--Soy ingeniero técnico superior informático. La verdad es que me gustaba y mis padres me aconsejaron estudiar por si las cosas me iban mal. Los estudios son un colchón que me permiten que cuando llego a un sitio la gente piense que me dedico a esto porque es lo que me gusta y no por necesidad.

--Ha actuado delante de famosos como Cristiano Ronaldo o Nadal, ¿qué destacaría de ellos?

--En general son más cercanos de lo que aparentan. Son iguales que los demás. Se sorprenden igual o incluso más porque ahora son ellos los espectadores. Cristiano Ronaldo es más simpático de lo que parece. Después de la actuación estuvimos hablando y él me pidió un autógrafo para su sobrina.

--¿Cuál es el número que más le sorprende al público?

--No tengo un número favorito. Con cada uno intento dar lo mejor. Cada truco tiene un momento en el que hacerlo. Cada vez que lo represento consigo hacer magia y si me lo creo, la gente sale convencida de mi poder.

--¿Ha tenido algún fallo en el desarrollo del truco?

--Ocurre una cosa, cuando un músico no tiene su mejor concierto, la gente se lo perdona porque comprenden que un mal día lo tiene cualquiera, pero para un ilusionista esto es imposible. Si fallas estoy engañando a la gente, hago trampa. Para que esto no ocurra empleo muchísimas horas practicando.

--¿Cómo es eso de hacer magia por radio?

--Es sorprendente. A la gente le encanta poder elegir un objeto y que yo sea capaz de adivinarlo desde el estudio.

--¿Cómo son las caras de quienes le observan?

--Ellos parece que se olvidan de todos los problemas, de la hipoteca, de la crisis. Y esa cara de esto es imposible y no hay manera humana de hacerlo es mi mejor recompensa. Los mayores se convierten en niños y los niños comienzan a soñar.

--¿Montaría una escuela de magia?

--De hecho me lo han ofrecido y puede que lo haga. Me encanta enseñar. Pasaré por eso porque deseo compartir todo lo que he aprendido.

--¿Es partidiario de que en la televisión se descubran los trucos?

--No me gusta pero gracias a eso se habla de la magia.

--Defina la palabra magia

--Para mí es convertir lo imposible en algo posible aunque para la RAE sea aquel proceso que no se puede explicar mediante las leyes de la física.