Hace 40 años, en el mundo rural cada cual consumía los pollos de su propio corral o los compraba al vecino. Un emprendedor de La Vera pensó que quizás podría criarlos directamente para la venta, y sentó las bases de un negocio que ya no pararía de crecer. Hoy, Veravic es la tercera empresa con más peso de toda la provincia de Cáceres, por delante de eléctricas, grandes cooperativas agrarias y plantas industriales. Con sede en la pequeña población de Cuacos de Yuste, sacrifica, procesa y envasa 80.000 pollos diarios que llegan en pocas horas a todos los puntos del país. Su gerente, José Antonio Moreno, explica cómo lo consiguen.

--Están entre los diez grandes centros avícolas de España... ¿Por dónde empezaron?

--Veravic fue fundada en 1990, pero la actividad viene desarrollándose desde hace 40 años. Comenzó como una apuesta arriesgada de nuestro fundador, Juan Antonio Moreno Barrios, mi padre, en un sector entonces incipiente. Nadie en el entorno rural se dedicaba a procesar pollos para venderlos. Aquí en Cuacos, como en otras zonas rurales del país, la gente tenía sus propios animales de los que se abastecía. Primero se centró en el mercado local, más tarde se extendió a Aldeanueva, a Jaraíz, a toda la comarca... y así hasta hoy.

--Realmente han llegado muy lejos. El negocio demanda otros negocios de apoyo y ahora ya forman un grupo empresarial con base en La Vera...

--Sí, Veravic forma parte del 'Grupo de Gestión y Desarrollo Avícola VMR', que controla todas las fases del proceso, desde el inicio en las granjas hasta su destino final en la mesa del consumidor. Está formado por 5 empresas que se complementan: Proavexma y Verasegura, que se dedican a la primera fase en el campo, atendiendo la crianza de los pollos y los servicios relacionados con las granjas; la empresa Los Angeles 2010, que realiza la parte logística tanto en transporte de piensos a las granjas como de animales vivos y del producto terminado hasta los almacenes; Veravic, que gestiona la fábrica de alimentación animal en Casatejada y el centro de proceso avícola de Cuacos; y Disavasa, que se dedica al despiece, envasado, comercialización y distribución hacia todos los puntos de venta finales, nacionales y del exterior.

--Sin duda todo un holding en Cuacos y poblaciones cercanas... ¿Se han planteado el traslado a otra ubicación próxima a canales de comercialización?

--Estamos en Cuacos porque aquí nació la idea y aquí se ha ido desarrollando, lo cual significa que si tienes un buen proyecto, puedes realizarlo casi en cualquier lugar. Para nosotros es muy importante estar al lado de nuestras raíces y poder generar empleo y riqueza en el entorno. Los extremeños tenemos que aprovechar las ventajas de nuestro campo y su pureza medioambiental. Considero importantísimo, y afortunadamente se está consiguiendo, que podamos transformar en la región esa materia prima en lugar de enviarla a otras comunidades. Ya no hay distancias, estamos cerca de los grandes destinos y centros de consumo. Llevamos la producción en dos horas a Madrid, en seis al puerto de Valencia, o en menos de doce a Baleares.

--¿Su producción exacta?

--Veravic procesa 80.000 pollos diarios con un equipo formado por más de 150 personas entre empleos directos e indirectos. El grupo lo forman cerca de 450 trabajadores. En concreto, procesamos 6.500 pollos a la hora para llegar a todos los segmentos del mercado: comercio tradicional; grandes superficies; hostelería, catering y restauración; y la industria elaboradora de productos relacionados con esta carne.

--¿Y eso cómo se hace?

--En nuestro centro de proceso avícola de Cuacos recibimos diariamente la materia prima --los pollos--, criados en más de 200 granjas asociadas, la mayoría extremeñas. Aquí sacrificamos, transformamos y envasamos la carne en los distintos formatos dependiendo de sus destinos: pollo entero canal, pollo despiezado (alas, jamoncitos, filetes...), o carne procesada (para salchichas, hamburguesas, chorizo...).

--A esa velocidad debe haber tareas que solo puede hacer maquinaria de nueva tecnología....

--Contamos con equipos y programas avanzados diseñados expresamente para esta actividad. Procuramos estar a la vanguardia de todo lo que suponga una mayor eficacia, mediante funciones robotizadas o de visión artificial. Por poner un ejemplo, el control de calidad se realiza automáticamente mediante un curioso sistema que obtiene numerosas fotos de cada pollo, y en función de sus características determina si es de primera o segunda categoría. También incorporamos medidas ecológicas tendentes a minimizar el impacto.

--¿Cuántos vehículos necesitan para semejante movilidad?

--Doce trailers para el traslado de los animales en vivo, ocho frigoríficos para la mercancía ya procesada, unos diez para el transporte de pienso y otros vehículos de reparto.

--Un engranaje muy eficaz, ¿pero hay mucha competencia?

--En España existen unas 200 plantas de procesado de aves y además se trata de uno de los primeros bienes de consumo. Por tanto hablamos de un mercado muy competitivo. Todos los días debemos realizar ajustes.

--¿Cómo ha afectado la crisis?

--Mantenemos las ventas teniendo en cuenta que España ha perdido población, además el consumo de pollo es mayor, pero los precios han bajado. Hay que producir más a menor precio. La crisis se ha llevado por delante a empresas del sector.

--¿Cómo se localizan sus productos en los supermercados?

--Nuestra marca es Gallus-Gallus .

--Confiese... ¿usted come pollo?

--Mucho, casi todos los días. Es uno de mis platos preferidos y me gusta de cualquier manera.

--¿Y lo come tranquilo? Háblenos de los controles...

--Tenemos miles de ellos, muy numerosos, cada día más: en las granjas, en la alimentación de los animales, en la planta de procesado, en el despiece y por último en la venta. Se miden multitud de parámetros: temperatura, contaminaciones microbiológicas, de calidad ambiental, de seguridad alimentaria, de bienestar animal, etcétera...

--¿Proyectos de futuro?

--Queremos diversificar la actividad pero sin salir del sector. Proyectamos algunas granjas para garantizarnos un suministro estable y de calidad.