José Ignacio Urquijo Valdivielso, profesor del IES Norba Caesarina y del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Santa María de Guadalupe, lleva 20 años en Cáceres. Está casado con una extremeña y después de numerosos ensayos, artículos y algún libro se ha lanzado a su primera novela con El Deán Corominas . La obra puede adquirirse ya en las librerías, y el próximo día 8 la presenta en Bilbao.

--¿Por qué escribe?

--Para mí es una necesidad vital.

--Su novela está ambientada en la Extremadura del siglo XVI. ¿Cómo era Extremadura?

--Era una región de frontera. No estaba muy poblada pero tenía un excedente de población que encuentra su salida en la conquista de América. A mitad del siglo XVI empieza a recibir una cierta riqueza de América y es el momento en que se hacen grandes palacios, conventos y algunas infraestructuras. Carlos V se retira en Extremadura y eso es indicativo de que la región era importante, aunque no rica.

--Extremadura estaba en el centro del mundo, ¿no?

--Sí, y ahí está esa gran pléyade de conquistadores y grandes hombres. En América son cantidad los extremeños que han generado grandes obras, construcciones, escritos o fundaron poblaciones que aún llevan el nombre de localidades de Extremadura, y eso también es riqueza.

--¿Y en qué situación estamos ahora?

--Creo que el resto de España tiene aún una cierta deuda histórica con Extremadura. Después del siglo de oro, Extremadura cayó en el olvido y fue una de las regiones menos atendidas por el resto del país. Un millón de extremeños se tuvo que ir a trabajar a otros sitios y generaron riqueza allí.

--¿Qué se va a encontrar el lector en su libro?

--Una trama de aventuras interesante con una descripción de las ciudades y de las clases sociales de la época en Extremadura. Posiblemente sea de las pocas novelas que sitúa buena parte de su acción en Cáceres. También va a encontrar una recreación del siglo de oro y un acercamiento al cristianismo, a los judíos de la época y a ese conflicto intercultural e interreligioso. La novela acerca también a lo que fueron las colonias de América. Sirve para aprender un poquito pero sobre todo para evadirse. Todo con un lenguaje que creo que es ameno y ágil.

--¿Cómo era la convivencia entre religiones?

--Cuando han convivido las tres grandes religiones, siempre ha habido una en un plano de superioridad. Las otras se toleraban por intereses, por pago de tributos o por el desempeño de oficios que eran necesarios. La judía nunca estuvo en ese plano de superioridad y yo profundizo en eso en la novela.

--Desde su labor de profesor, ¿Cómo ve la evolución de los jóvenes? ¿Son más cultos, más educados y más tolerantes que hace 25 años?

--Es difícil dar una respuesta, pero creo que se está alargando la edad juvenil y hay una infantilización de los más jóvenes. Hay gente que cuando llega a la universidad sigue siendo infantil. Y cuanto más infantil es la mentalidad, más cuesta la lectura, la comprensión. Y estudiar requiere esfuerzo. Por lo demás, no creo que sean ni más ni menos tolerantes o solidarios que hace años.