--El sábado se constituye la Asociación Amigos de Pacífico y usted es el presidente ¿Por qué nace el colectivo?

--La idea fundamental es que los mayores de 30 años continúen con las ideas y el espíritu que promovió el padre Pacífico en los 60. Esas ideas tienen que ver con el lema cristiano de vida, en el sentido casi ecuménico, defendiendo valores como la naturaleza y la sociedad y con el espíritu franciscano que alentó Pacífico en nuestros pasos juveniles: una vida cristiana laica, en el sentido cultural y moderno.

--¿Cuáles son los objetivos?

--La idea es servir de apoyo a la asociación juvenil de Francisco de Asís con el fin de garantizar la continuidad del patrimonio de la asociación en Descargamaría. También queremos apoyar en formación y seguir organizando actividades de defensa de la naturaleza, solidarias... darle a nuestros hijos un marco que se intente parecer a lo que nosotros tuvimos: actividades culturales, viajes... seguir identificados con Extremadura intentando crear una infraestructura que permita que el legado que Pacífico ha dejado a la juventud durante cuatro décadas se mantenga vivo y continúe adelante. Creemos que, en estos tiempos, defender una idea espiritual tiene más sentido que nunca.

--¿Y cómo se va a articular esto?

--Se van a crear distintas comisiones, una de infraestructuras para velar por la instalación de Descargamaría y ampliarla si se puede. También habrá una comisión solidaria para ofrecer ayudas y una comisión de actividades para encuentros, campamentos, acampadas o viajes a lugares emblemáticos como Asís.

--¿Qué espera de esta asociación que acaba de echar a andar?

--Llegué a este colectivo en los años 60 cuando no era siquiera asociación y nos daba un poco de sarpullido eso de las asociaciones, porque entonces la mayoría de ellas tenían un sambenito y las etiquetas no nos gustaban. Espero que ahora se mantenga aquel espíritu de entonces, de opinar en contra y a favor de las cosas con absoluta libertad, igual que supo hacer el padre Pacífico, que fue para eso muy inteligente. No queremos ser cristianos meapilas sino cristianos que se preguntan constantemente por la razón de ser cristianos. Queremos ser ortodoxos, pero también muy heterodoxos.