José Manuel Díez compagina la poesía escrita con la visual y el relato corto. Además es interprete y autor principal en el grupo musical El Desván del Duende. En 2013 ha sido galardonado con el premio Hiperión gracias a su poemario "Baile de Mácaras".

-¿Cómo surgió su interés por la poesía?

-Muy niño, leyendo a Miguel Hernández y a Lorca, los poetas de cabecera de mi padre. Luego me interesaron José Agustín Goytisolo, Dámaso Alonso, Gil de Biedma, José Hierro y otros. Escribir poesía o estrofas de canciones, desde los 9 o 10 años, fue la primera forma que encontré de explicarme a mí mismo.

-¿Cuales son sus fuentes de inspiración?

-Lo que veo y lo que no me gusta ver. Lo que no veo y me gustaría ver. Lo que siento, lo que amo, lo que olvido, lo que deseo. Y también la naturaleza, la calle, las personas que me rodean. No tengo fuentes de inspiraciones concretas, sí personas o situaciones que me hacen ver el mundo desde una perspectiva más personal, casi siempre intentando expresarlo en el papel más justo, más feliz y más libre de lo que es; como a mí me gustaría transformarlo.

-¿Cómo se recibe la noticia del premio Hiperión?

-Feliz, emocionado, orgulloso y asombrado. Después de colgar el teléfono y hablar con los miembros del jurado, me eché a llorar como un niño y llamé a mis padres para darles la noticia. Llevaba más de cuatro años escribiendo, corrigiendo y soñando con ver publicado 'Baile de máscaras'. Pongo en cada libro algo muy importante de mí mismo y este premio me llegaba en un momento difícil de mi vida. Necesitaba respirar y recoger los frutos de mucha ilusión y mucho trabajo en soledad.

-¿Qué hace al poemario merecedor de un premio así?

-No lo sé. Supongo que la originalidad de poemas distintos, basados en hechos históricos y tan poéticos como prosaicos en cierto modo. Me gusta creer que es el libro más maduro que he escrito hasta ahora, y más comprometido socialmente con el mundo en el que vivimos.

-¿Qué tipo de poemas son?

-Son 39 poemas basados en la vida de 39 personajes en 39 ciudades y 39 fechas distintas, que van desde el siglo XII hasta nuestros días. Es un recorrido por la dignidad del hombre como individuo frente a la fugacidad del tiempo y al fracaso humano como sociedad.

-¿Qué otras actividades tiene en mente?

-Trabajo componiendo canciones para El Desván del Duende y para Lecciones de Ingravidez, un nuevo proyecto musical en el que recito poemas y canto acompañado de guitarra y piano; también acabo de terminar otro poemario, muy distinto a 'Baile de máscaras', más intimista, más filosófico; y un libro de artículos y relatos cortos, que me publicará la editorial sevillana Isla de Siltolá el próximo otoño; y desde hace meses doy forma a dos proyectos más sociales que artísticos, con mi ONGD Movimiento Páramo, de los que pronto daré noticia por mis redes sociales. También soy el promotor, hace cinco años, del Festival Rumbalibre, que este año intentamos poder hacer en Mérida.