Saltó a la fama hace más de 20 años con su canción Por ella y mantiene, con 50 años ya cumplidos, ese buen humor de quien sabe que en la música vale más una sonrisa que mil canciones. El cantante y compositor sevillano José Manuel Soto pasó ayer por Cáceres para presentar en el Norba Club de Golf el concierto que ofrecerá por feria en estas instalaciones el jueves 31 de mayo, víspera de festivo local. Las 1.000 entradas que se han puesto a la venta --a 21 euros en anticipada y 23 en taquilla-- están disponibles en el pub Carpe Diem, Espacio Lector Nobel y Mistura.

Acompañado por una banda de seis músicos, el artista, que el año pasado grabó un disco en La Maestranza rodeado de amigos como José Mercé, Pasión Vega o Rosario Flores, se estrenará en la capital cacereña, donde no ha tocado aún en su larga trayectoria. Ayer recordaba que sí lo ha hecho en Trujillo o Plasencia, pero nunca en la capital cacereña. "Estoy en un momento muy emotivo de mi carrera, dando conciertos por todas partes. Con esa ilusión vendré a Cáceres, para vivir una noche mágica", apuntó Soto, con quien toca su hijo Marcos, de 21 años. Ayer tuvo tiempo para bromear sobre la diferencia de edad y sus gustos musicales.

Internet y los cambios

Pero no todo ha sido fácil en la trayectoria del cantante. Aunque ayer reconocía que "lo que le ha mantenido vivo ha sido el escenario, ver cómo la gente se emociona", sufrió el naufragio de las multinacionales con dos discos que le salieron mal en el 2004 y el 2006, y que le mantuvieron apartado del mercado hasta el año pasado. "Perdí la ilusión. Nunca me he retirado, pero he pasado un tiempo pensando en otras cosas", apuntó.

Partidario de la idea de que la música no solo sea "un elemento de diversión sino también de solidaridad y de cosas hermosas para la sociedad", Soto reflexionó también sobre los cambios que supone internet. "El negocio está cambiando y la industria no ha sabido verlo venir con tiempo. Le ha cogido con el paso cambiado", indicó Soto, que precisó que ahora "hay un consumo de música más grande que nunca porque cada teléfono es un aparato", aunque el negocio "no está compensado porque se tarda seis meses en hacer un disco y hay que pagarle a todo el mundo. Si la gente se lo baja gratis, no se puede vivir de ello".

Para la cita del 31 de mayo, que tendrá como escenario las pistas polideportivas del club, el cantante tiene previsto ofrecer una selección de su repertorio, pero "dejando que la noche mande y con un fin de fiesta para que el público disfrute". Porque la feria lo merece, aunque coincida con Estopa.