Colecciona corbatas y relojes. Le gusta el cocido y la zarzuela. Tras su tortuoso final de legislatura, José María Saponi vive la vida con más intensidad que nunca. El que fuera alcalde de Cáceres durante 12 años, se moja en esta entrevista.

--Ha llegado San Jorge y usted no ha ido a recibirlo...

--Han sido 12 años yendo, pero por las razones que todos conocen no soy alcalde, a pesar de haber ganado las elecciones.

--Ha venido la Virgen y no le ha dado el bastón de mando...

--Ese sí era para mí un acto muy entrañable, pero el protagonismo le corresponde a la patrona.

--Ha pasado Extremúsika y se ha librado de la lluvia de críticas...

--Mi gobierno trajo a Cáceres este festival y nunca se nos fue de las manos. Pero tiene usted razón, si hubiéramos estado gobernando nos hubieran puesto contra las cuerdas, especialmente el grupo socialista y sus socios. Así es la vida.

--Pronto llega Womad...

--Pues otra cosa igual, el Womad lo hemos mantenido 12 de los 14 años que lleva celebrándose y aún así sufrimos toda clase de críticas feroces. Me parecen esperpénticos los desencuentros con la consejera de Cultura, persona que siempre ha demostrado eficacia en sus responsabilidades políticas. Creo que esas desavenencias que ha tenido el ayuntamiento con una institución de su mismo color son absurdas. ¿O no?

--Sí, pero la política, querido José María, tiene su cara y su cruz...

--Para nosotros tuvo mucha cruz, orquestada por una oposición que solo buscaba mi desgaste. También tuvo mucho en positivo, lo percibo aún en el cariño que recibo de la gente.

--¿Cómo se encuentra?

--Muy bien, gracias a Dios.

--Le veo en forma...

--Hago mucho ejercicio, que me ha hecho reponerme de la pérdida de salud. También la tranquilidad de conciencia y la cercanía de la familia me reconfortan espléndidamente.

--Ahora practica deporte en este Perú Cáceres Wellness que usted inauguró como alcalde...

--Las instalaciones son magníficas y su personal, exquisito.

--Porque siempre le ha gustado el deporte, fue profesor de esta disciplina en el Paideuterion...

--Sí.

--¿Ese es el colegio donde usted recomendó a Felipe Vela?

--No hice ninguna recomendación. Esa persona ya estaba allí.

--Noto cierta tirantez. ¿Pero no fue esa la persona que luego se llevó al ayuntamiento?

--Todo el mundo puede equivocarse, y esta fue mi gran equivocación.

--La verdad es que nunca ha tenido intuición con los concejales...

--Es cierto, pero afortunadamente no fueron tantos los casos.

--Y luego está el desgaste de 12 años. ¡Ay, es que no debería haber vuelto a presentarse!

--Eso es lo que mi familia y yo deseábamos, pero me lo pidieron, decidí, y no me pesa.

--¿Y cómo se vive sin los privilegios de la política?

--La política jamás supuso para mí un privilegio.

--O sea que no cree en la erótica del poder...

--En absoluto.

--Yo tampoco. Solo creo en la erótica de mi mujer...

--Y yo. Ella es la mejor ayuda que he tenido en toda mi vida.

--¿Hay frases que inventamos y se convierten en nuestro peor enemigo?

--Depende de la frase.

--No me juegue al despiste. Me refiero a su frase: De Cáceres de Toda la Vida ...

--¡Eso siempre se ha dicho aquí!

--Pues le tildaron de casposo...

--En mi vida he tenido caspa. Quien no conociendo esta tierra aspiraba a gobernarla pensó que esa frase la excluía.

--Imagino que se refiere a Carmen Heras. Por cierto, ¿cómo ve el ayuntamiento?

--No se le ve arrancar.

--¿Le auguraba menos vida?

--Les une el tinglado de los intereses creados.

--Pues su partido no está precisamente ahora para fiestas...

--Está en un periodo congresual que trae movimientos personales, de asentamiento. Son injustificados y nada razonables.

--Heras dice que Cáceres está empezando a despertar...

--Hizo una oposición cerril y montaraz. Los mensajes de esta señora no cambian.

--¿Usted aniquiló la movida?

--Eso no se lo cree nadie.

--Pues el centro de ocio lo dejó en el tintero...

--¡Ahí me ha dado! (risas). Algunas cosas más quedaron, pero le recuerdo que tres centros de ocio están pendientes, parados, porque no aprueban el Plan de Ordenación Urbana.

--Eso sí, el desarrollo urbanístico de Cáceres llegó con usted...

--Ese plan general desarrollará a Cáceres para los próximos 25 años. Por eso la Junta no debe retrasarlo.

--Y le reconozco que hizo una buena política de comunicación: capaz de vender lo que se hacía y lo que no se hacía...

--Hicimos mucho: mejoramos el saneamiento, ampliamos las zonas verdes, el empleo, doblamos la plantilla de la policía local... Cuidamos mucho la comunicación. Sabíamos lo que teníamos que hacer y lo que decir.

--Compartimos el gusto por la cerveza...

--Bueno, pero con moderación y entre amigos.

--Y por el cocido...

--Es mi plato preferido.

--Y por el flamenco...

--Me gusta, pero tengo que aprender muchísimo para saber interpretarlo.

--Y por los relojes...

--Tengo algunos, sí.

--No así por las corbatas...

--Pues a mí me encantan.

--Ni por la zarzuela...

--Me gusta la zarzuela, la música clásica, la de los 60 y The Beatles.

--¿Qué es la capitalidad?

--Un proyecto que nació en Cáceres para toda Extremadura.

--¿Me dedica un rincón de Cáceres?

--Esta le va a gustar: Cáceres es mi rincón. Por eso le dedico Cáceres como rincón para enamorarse, para pensar, para trabajar, para divertirse, para sentir.