Las heridas que causó a Silvia V. P. la fuerte explosión de gas que se produjo en su vivienda la mañana del pasado lunes no revisten gravedad y están evolucionando favorablemente.

Así lo indicaron ayer a EL PERIODICO fuentes sanitarias y lo confirmó también la madre de la joven. "Los médicos nos han dicho que evoluciona muy bien y que casi con toda seguridad no será necesario practicarle ninguna intervención quirúrgica". Es posible, incluso, añadió, que le den el alta la semana que viene, "aunque estaremos aquí el tiempo que sea necesario,pues lo importante es que ella esté bien".

Aunque algo molesta con algunos medios de comunicación por el tratamiento dado a este trágico suceso, la madre de la joven atiende con amabilidad a este diario mientras da la comida a su hija en la habitación que ocupa en la Unidad de Cirugía Plástica del Hospital Nuestra Señora de la Montaña.

Por su parte su hija, una joven de tan sólo 17 años y que este año ha empezado la carrera de Educación Primaria, demuestra una gran entereza y madurez. Las huellas de las quemaduras que le causó la explosión se muestran visibles en las manos, de las que ya le han quitado los vendajes, pero sobre todo en su rostro, en el que pese a que las vendas sólo dejan ver sus ojos y boca, se aprecia una gran inflamación. Pese a ello asegura que esta bien, que aunque el susto fue tremendo, siempre estuvo consciente y tranquila. Se muestra serena y con una gran confianza en que todo saldrá bien.

Como ya publicó ayer este diario, la deflagración que hirió a Silvia y causó importantes daños en la vivienda familiar, situada en el primer piso del bloque 12-B de la calle Amberes, se produjo a consecuencia de una bolsa de gas que hizo explosión cuando ella encendió la caldera.

El suceso ocurrió el lunes poco después de las diez de la mañana, y de forma inmediata actuaron efectivos policiales, los bomberos y una unidad medicalizada del 112, que trasladó a la joven al San Pedro de Alcántara.