Un joven ecuatoriano de 22 años falleció ayer en un accidente de tráfico ocurrido en la carretera Nacional 630, entre Cáceres y Mérida. Tras una colisión con una furgoneta, "su coche quedó envuelto en llamas y murió calcinado sin que nadie pudiera hacer nada por su vida", indicaron a EL PERIODICO testigos presenciales.

El trágico suceso ocurrió sobre las 07.10 horas en el kilómetro 581,943, en el término municipal de Casas de Don Antonio, a unos 25 kilómetros de Cáceres. Según información facilitada por la Guardia Civil, la furgoneta Opel Movano matrícula 2180-CJX, conducida por J. A. C. G., de 46 años, que resultó ileso, colisionó frontolateralmente en un tramo recto con un Renault 19, matrícula B-2992-LM, conducido por el joven ecuatoriano D. L. N. R., de 22 años y residente en la localidad pacense de Montijo.

Al parecer, nada más producirse la colisión ambos vehículos explosionaron y quedaron envueltos en llamas. El conductor de la furgoneta pudo salir y salvar su vida, pero el joven murió calcinado sin que nadie pudiese hacer nada por socorrerle. "Aún se desconoce si no pudo salir a tiempo del vehículo porque quedó atrapado o porque perdió el conocimiento", indicaron a este diario desde el parque de bomberos, cuyos efectivos tampoco pudieron hacer nada por salvarle, "pues cuando nuestros vehículos llegaron al lugar los coches eran una bola de fuego".

Desde el Sepei de Cáceres se desplazaron hasta el lugar del siniestro dos vehículos y cinco bomberos, que tras sofocar las llamas rescataron el cuerpo del joven. Este fue trasladado por un coche funerario hasta el Servicio de Anatomía Patológica del Instituto de Medicina Legal, donde en la tarde de ayer se le practicaba la autopsia.

También acudió de forma inmediata la Guardia Civil, que realizó el oportuno atestado y servicios de regulación del tráfico, ya que uno de los carriles de la vía quedó cerrado durante unas tres horas. La circulación quedó totalmente restablecida hacia las 10.05 horas.