No cualquier polvo blanco es cocaína. Y si no que se lo digan a un joven plancentino de 26 años que ha tenido que pasar tres meses en prisión porque se le intervino un falso alijo de esta droga que resultó ser, y así lo advirtió él cuando fue detenido, lidocaína, una sustancia no penalizada. La Guardia Civil no le creyó cuando dijo que no era cocaína. Tampoco el fiscal ni la juez y tuvo que esperar tres meses entre rejas hasta que los resultados de los análisis del laboratorio dieron negativo en cocaína y corroboraron su versión.

Todo empezó el 4 de noviembre del año pasado. Ese día fue detenido el joven, vecino de Plasencia, casado y trabajador de una empresa de mensajería, cuando regresaba de Madrid en su coche. La Guardia Civil le dio el alto en la Nacional 110, en el término municipal de Valdastillas. Encontraron en su coche una mochila con un paquete que contenía un polvo blanco, que se creyó era cocaína.

DIFUSION INFORMATIVA La Delegación del Gobierno difundió su detención ante el importante alijo de droga que supuestamente se le había intervenido, 2.875 dosis, y que se presumió entonces que iba destinada al suministro de toda la zona del Valle del Jerte. Los medios de comunicación se hicieron eco de la noticia con títulos como Detenido un placentino con 2.875 dosis de coca para el Jerte o Detienen a un supuesto ´camello´ del Jerte . La Guardia Civil informó incluso de que no se descartaban nuevas detenciones.

La importante cantidad de sustancia incautada, que de haber sido realmente cocaína tendría un peso aproximado de medio kilo y con un valor en el mercado ilícito de casi 30.000 euros, llevó a la juez del juzgado número 4 de Plasencia a decretar el inmediato ingreso en prisión preventiva del detenido a instancias del fiscal. Declarando además el secreto de las diligencias.

SIN RESARCIMIENTO Según detalló a este diario la abogada Martín Mangas la explicación que ofreció a la Guardia Civil y al juzgado es que un conocido le encargó la compra del producto en Madrid, en un establecimiento del Paseo de Extremadura y allí la adquirió. Fue al regresar de la capital cuando lo interceptaron y no volvió a casa.

En el caso jugó también un papel importante un supuesto carné de escolta falso con el que, según la Guardia Civil, se identificó al ser interceptado. El carné falso existía. "Era una fotocopia que se había hecho él y unos amigos con una plantilla de internet, pero como un juego", explica su abogada, Laura Martín Mangas.

Aunque la explicación tampoco es excesivamente consistente, lo que no tiene posibilidades de versiones son los resultados de los análisis. Llegaron meses después, dando negativo en cocaína. Era lidocaína, también conocida como xilocaína, un producto anestésico que no se encuentra entre las sustancias estupefacientes y psicotrópicas consideradas ilícitas, a pesar de que también es un fármaco que se utiliza habitualmente para cortar (reducir la pureza) precisamente de la cocaína.

Esto, unido a la falta de pruebas del tráfico de drogas durante la instrucción del caso, en el que se llegaron a practicar diversas intervenciones telefónicas, llevó a archivar la causa, al menos provisionalmente.

El sobreseimiento provisional, que no es una absolución definitiva y permite al juez reabrir la causa, impide que el joven pueda reclamar daños y prejuicios a la justicia por su estancia en la cárcel. "El 95% de los sobreseimientos se dictan de forma provisional por esta razón, no hay lugar a las reclamaciones", explica Martín Mangas.

El joven consiguió salir de prisión dos meses antes del auto de sobreseimiento, que se dictó en mayo aunque hasta ahora no se ha dado a conocer, al carecer de antecedentes y al demostrarse su arraigo en España y, con ello, el escaso riesgo de fuga.