El 23 de marzo de 2001, publicábamos en este periódico un artículo titulado La ciudad feliz donde se explicaban las razones de la dicha colectiva que disfrutan los cacereños. Con el tiempo, la expresión la ciudad feliz ha sido empleada por el alcalde Saponi en un congreso, por la líder de la oposición Carmen Heras en un mitin y por diferentes colectivos en panfletos y comunicados.

Pero fue el pasado 17 de enero cuando la expresión fue sancionada y santificada en toda España. En el programa Cada día de María Teresa Campos en Antena-3 Televisión, el periodista Francisco Pérez Abellán afirmó: "Cáceres es una ciudad tranquila, la llaman la ciudad feliz".

Entre aquellos programas de los años 80 en que Francisco Umbral y contertulios llamaban a Cáceres la ciudad del botellón y estos programas donde es denominada la ciudad feliz , Cáceres ha pasado de ser una ciudad divertida a convertirse en una ciudad tranquila, con todas sus ventajas para los mayores de 40 y todas sus desventajas para los menores de 30.

En el bus de Aldea Moret

La otra tarde, en el bus de Aldea Moret, un muchacho y una veinteañera se contaban sus fines de semana. Ella había estado en Salamanca, él, en Madrid. Ella programaba un viaje carnavalero a Navalmoral, él, a Badajoz. La frase final del chaval era todo un aldabonazo: "Tía, todo menos esto".

Los jóvenes dicen que se aburren en Cáceres. Le están cogiendo manía y así se manifiestan chicos y chicas independientemente de su edad, estudios y condición social. La otrora capital más divertida de Extremadura parece optar por la opción balneario, donde los maduros viven estupendamente, pero los jóvenes se enchungan .

Pasan los meses y no hay solución para el entretenimiento nocturno. El ayuntamiento lo sabe, le ha visto las orejas al lobo y está reaccionando. El concejal Lázaro García, responsable de saraos y festejos, no para de imaginar sorpresas. Comenzó con el programa navideño, más intenso y denso que nunca. Sigue con los carnavales, que intenta resucitar a trancas y barrancas con macrodiscoteca en la plaza de toros. El siguiente paso es el buen cartel del Extremúsica , que lleva camino de convertirse en el festival de rock español más potente del Oeste. Le falta un cámping con mejores instalaciones, escenarios especializados y un tercio más de grupos para equipararse al Viña Rock y grupos internacionales para compararse con el Espárrago Rock . Pero el festival cacereño va por buen camino.

Sin embargo, los jóvenes siguen pensando que Cáceres será la ciudad feliz para sus padres, pero para ellos es la ciudad muermo y en cuanto pueden, se piran. El tema tiene enjundia política y tendrá repercusión electoral. El concejal Lázaro García lo sabe y se ha puesto las pilas.