Juan Antonio Pérez (27 años) y Carlos Trigoso (26 años) se han encontrado en el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS), donde comparten beca desde julio. "Llevo en la vida laboral desde los 25 años, con poco empleo y mucho curso", relata Pérez, Auxiliar en Administración, monitor de fútbol base y miembro de la selección extremeña de fútbol 7 de parálisis cerebral. "El principal problema es que no hay trabajo que no sea por oposición".

Para Trigoso, la beca es su primer contacto con el mercado laboral desde que hace 4 años le diagnosticaron un transtorno de caracter bipolar --aún provisional--. "Mi discapacidad no se ve y la rodean muchos prejuicios", dice. En 2007 logró empleo en Madrid y no aceptó. "Cobraba menos, porque consideraban que por mi enfermedad no iba a trabajar algunos días. Eso es discriminatorio", se queja. Por eso cree que su formación será el mejor modo de formar a la sociedad. "Soy ambicioso, pero solo me planteo una vida normal".