Juan Bazaga tuvo dos pasiones desde niño: el toro y el cante. Con 13 años se convirtió en novillero y el mundo del ruedo le llevó a estrechar sus relaciones con artistas y aficionados al flamenco, entre ellos su gran amigo José Mercé. Pese a su juventud, comenzó en Radio Interior y se ha convertido en cronista de ambas especialidades para medios incluso nacionales. Ahora ha iniciado un espacio en Canal 30: Flamenco Macandé .

--¿No es un poco macandé (´locura´ para los gitanos) fomentar el flamenco en Cáceres?

--Sí, es una aventura, porque la mayoría de la gente ignora la riqueza flamenca de la región. Al gran público no le llega, no tiene acceso, la desconoce. Muchos confunden el flamenco con la fusión actual... Pero sí que existe un mundo del cante en Cáceres: tres peñas de aficionados y varios artistas que realizan un trabajo continuo de mucha calidad.

--¿La ciudad es poco flamenca?

--No, pero falta difusión y comunicación de este tipo de actividades. Las peñas sí funcionan, sí transmiten información, pero aún son grupos reducidos. Debemos apoyar un poco más, especialmente los medios y las instituciones.

--Porque Extremadura sí puede cantar con voz propia...

--Y tanto. La región juega un papel muy importante en el ámbito flamenco. Al igual que Málaga con sus malagueñas, Jerez con sus bulerías y Cádiz con sus alegrías, Extremadura tiene dos cantes autóctonos catalogados como tal: los tangos extremeños y los jaleos, dados a conocer por artistas de la talla de Porrina o Juan Cantero.

--Y además hay nuevos nombres que suenan con fuerza...

--Cáceres vive uno de sus mejores momentos en cuanto a valores flamencos. Contamos con la guitarra de Javier Cande, un niño con aptitudes increíbles que ya ha ganado primeros premios en Córdoba, La Unión, Jerez... En el mundo del cante tenemos las mejores voces de Extremadura, sin complejos en el resto del país: Raquel Cantero, con cualidades y formación exquisita, y Pedro Peralta, estremecedor en los cantes más hondos y dueño de un compás innato que sorprende. No son promesas, ya son realidades.

--¿Su programa es didáctico?

--No queremos enseñar flamenco, sino mostrar el arte y la personalidad de los invitados. Estamos muy satisfechos con nuestra primera etapa, tenemos buena acogida y eso nos anima.

--¿Qué es más difícil, llegar a figura del cante o del toreo?

--Hay que nacer con buenas cualidades y desarrollarlas, pero ser buen cantaor es muy difícil y, como dijo El Viti, ser torero casi un milagro.